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Dentro de las relaciones laborales hay varias modalidades de contratación, la de contrato a término definido y contratos a término indefinido. Pero en este ámbito, también está la modalidad de los trabajadores independientes, prestación de servicio o freelance.
Y es que en el panorama actual, se ve un aumento de personas que, tras años de empleo dependiente, optan o se ven forzadas a emprender como trabajadores autónomos. Es así como es fundamental reconocer la importancia de comprender las implicaciones legales y laborales para el empleador y para el contratista al momento de trabajos independientes. Estas afectan las responsabilidades y derechos de ambas partes.
Una de las dudas que surge en este tema es ¿cuál es la protección legal de los trabajadores independientes? “En la realidad es poca, y lastimosamente el debate público siempre se centra en los trabajadores dependientes. Los trabajadores independientes adquieren protección social en la medida en que puedan pagar su propia seguridad social en salud, pensión y riesgos laborales, y voluntariamente, acceder a una caja de compensación. Esto hace que exista un incentivo a la evasión, porque la seguridad social en salud y pensión, sobre todo, es muy costosa para el independiente”, explica Iván Jiménez, profesor del Observatorio Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana y fundador de Ale Consultoría.
Pero y cómo funciona esta figura para los freelancers. Jiménez agrega que técnicamente es igual la figura con ellos. Lo que sucede, aclara, es que los freelancers suelen tener contratos esporádicos que no generan obligación de aportar a seguridad social en salud, pensión y riesgos laborales por la tarea realizada, porque su ingreso neto es menor a un salario mínimo legal mensual vigente y su duración es inferior a un mes. Los que hacen freelance pueden considerarse como aquellas persona que ofrecen sus servicios o bienes a otros.
Y es que la forma legal en que se regula ese vínculo, ya sea con personas naturales o jurídicas, es precisamente mediante un contrato de prestación de servicios, donde en resumen, se pacta la ejecución de una labor y como contraprestación un pago. “No obstante, los freelancers, según la ley, deberían agrupar todos sus ingresos en el mes por todas las tareas con todos sus clientes y si estos suman en el neto, luego de reducir costos, más de un salario mínimo, aportar a seguridad social sobre el 40% de tales ingresos. Solo así obtendrían protección en salud pensión y riesgos laborales”. Y en cuanto al pago de las licencias de maternidad o de paternidad e incapacidades médicas, las EPS las paga, pero solo si hay cotizaciones reportadas al sistema de salud en calidad de independiente durante el periodo de gestación o durante el mes anterior a la incapacidad.