Medicines for Europe ha demandado a la Comisión Europea que la ley de medicamentos críticos para favorecer la lucha ante el desabastecimiento de fármacos en Europa sea uno de los objetivos fundamentales del nuevo equipo que conforme la Comisión Europea tras el proceso electoral de este 9 de junio.
La entidad considera que esta coordinación para evitar los problemas de escasez de fármacos ha sido “uno de los hitos clave del actual mandato de la Comisión Europea en materia de salud” y que “promete mejorar el acceso a los medicamentos con medicamentos disponibles, accesibles y asequibles”.
Adrian van den Hoven, director general de Medicines for Europe considera que “la Unión de la Salud de la UE se construyó sobre algunas de las duras lecciones aprendidas durante la respuesta de la UE al Covid-19”. En ese sentido, desde la entidad “elogian” esta iniciativa y piden a la UE que la aumente, “mejorando el acceso equitativo y oportuno a los medicamentos para quienes más los necesitan en la revisión farmacéutica”.
El director general asegura que la Alianza de Medicamentos Críticos, es un buen foro para trabajar “por una Ley de Medicamentos Críticos para fortalecer la fabricación y reducir la escasez, que esperamos sea una prioridad en los primeros 100 días del próximo mandato de la Comisión”.
Igualmente Van den Hoven asegura que la industria de los medicamentos genéricos, biosimilares y de valor añadido proporciona el 70% de los medicamentos dispensados en Europa y 9/10 de los medicamentos críticos.
Su acceso equitativo a medicamentos esenciales sin patente depende de la conclusión oportuna de la revisión de la legislación farmacéutica; el establecimiento de una Ley de Medicamentos Críticos para garantizar la seguridad del suministro de medicamentos y la inversión continua en desafíos de salud, incluida la fabricación de medicamentos, la competencia oportuna por medicamentos sin patente el día 1 después de la expiración de la propiedad intelectual, la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos, la adopción de herramientas digitales y flexibilidades regulatorias pragmáticas.