La Inteligencia Artificial (IA) está experimentando un auge meteórico provocado, entre otros motivos, por su gran capacidad para asumir nuevas funcionalidades. Esa versatilidad permite que la IA se incorpore, día tras día, a un número creciente de áreas de nuestra vida cotidiana.
Actualmente, esta tecnología no solo se emplea en multitud de campos tecnológicos, científicos y del ámbito de la salud, sino que crece su uso en el desarrollo de nuevas aplicaciones informáticas, en la creación artística e, incluso, en el sector del entretenimiento.
Probablemente, una de sus aplicaciones más prometedoras sea la llamada inteligencia artificial generativa (GenAI). Esta tecnología consiste en aprovechar algunas de las posibilidades más avanzadas que nos ofrece la Inteligencia Artificial, enseñándola a crear contenidos tales como: textos, imágenes, música, locuciones de voz e, incluso, código fuente.
La introducción en 2017 de la Arquitectura de Redes Neuronales Profundas permitió la aparición de los Modelos de Lenguaje Grandes (o LLM´s, por sus siglas en inglés) y supuso el espaldarazo definitivo al desarrollo de la Inteligencia Artificial Generativa.
Su eclosión se ha sentido con claridad en numerosos ámbitos diferentes. Entre ellos, en el campo de la propiedad industrial e intelectual.
Efectivamente, no es casualidad que una entidad tan emblemática como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) haya dedicado su último “Informe sobre el Panorama de Patentes” a la inteligencia artificial generativa.
En este informe la OMPI no solo resume con claridad el estado actual de la propiedad industrial e intelectual asociada a la GenAI, sino que aporta, además, numerosas explicaciones acerca de cuáles son los principios básicos de funcionamiento de esta tecnología. Su lectura es más que recomendable.
Las cifras facilitadas en el informe confirman que la inteligencia artificial generativa está en pleno apogeo. De hecho, el número de familias de patentes y publicaciones científicas relacionadas con esta tecnología ha aumentado ininterrumpidamente en los últimos años, siendo este incremento especialmente significativo desde 2017.
Así, mientras en 2014 se presentaron 733 familias de patentes relacionadas con la GenAI, en 2023 se han superado las 14.000. La OMPI estima que el número de presentaciones ha crecido un 800% desde 2017. Este aumento es aún mayor en el caso de las publicaciones científicas: de 116 en 2014, se pasó a más de 34.000 en 2023.
Cabe destacar que más del 25% del total de patentes y el 45% de los artículos científicos sobre GenAI existentes fueron publicados en 2023.
El país que más ha desarrollado esta tecnología es China: ha presentado 38.000 familias de patente entre 2014 y 2023. De hecho, desde 2017, China viene publicando cada año más solicitudes de patente, que todos los demás países juntos. Le siguen Estados Unidos (casi 6.300 familias de patente), Corea del Sur (4.200), Japón (3.400) e India (1.350).
Los diez principales propietarios de patentes de GenAI son, por este orden: Tencent, Ping An Insurance, Baidu, Academia China de Ciencias, IBM, Alibaba Group, Samsung Electronics, Alphabet/Google, ByteDance y Microsoft.
Algunos de sus lanzamientos recientes más significativos son, por ejemplo, Watsonx: una plataforma de GenAI, desarrollada por IBM, que permite implementar y personalizar LLMs poniendo especial énfasis en la seguridad de los datos manejados. O Gemini, un modelo LLM obra de la división de IA DeepMind, que Alphabet/Google que está integrando progresivamente en sus productos y servicios.
Además, parece que Microsoft irá ganando peso en este sector, tras invertir fuertemente en OpenAI, empresa que ha empezado a presentar recientemente sus primeras solicitudes de patente.
Por otro lado, las principales áreas de aplicación de esta tecnología son, por orden de importancia: software, ciencias naturales, gestión-publicación de documentos, soluciones empresariales, industria y fabricación, transporte, seguridad y telecomunicaciones.
Por último, los modelos de GenAI que son objeto de un mayor número de solicitudes de patente son las redes adversarias generativas (GAN), los autocodificadores variacionales (VAE) y los LLM´s basados en decodificadores.
La inteligencia artificial generativa supone una revolución tecnológica de primer orden, comparable a la aparición de Internet y de los teléfonos móviles inteligentes (smartphones); o tal vez mayor aún mayor que estas.
Por ello, habrá que estar especialmente atentos a las nuevas posibilidades que nos ofrece esta tecnología, así como a los desafíos inherentes a la misma.
Parece evidente que todas las partes implicadas (empresas privadas, administraciones públicas, autores, usuarios, consumidores, etc.) deberán esforzarse al máximo en defender sus respectivos intereses, para lo cual los profesionales de la propiedad industrial e intelectual pasarán a jugar un papel fundamental
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