El pasado mes de mayo, la Comisión Europea lanzó su propuesta para el desarrollo en el seno de la UE de las denominadas licencias obligatorias de patentes cuyo el objetivo es de aumentar la producción y el acceso, a diversos bienes, entre ellos los medicamentos, durante un momento de crisis. Estas licencias permitirían a un gobierno autorizar el uso de una invención patentada sin el consentimiento del titular de la patente, cuando los acuerdos voluntarios de concesión no funcionen.
Esta medida y su correspondiente propuesta están siendo debatidas ya en el Parlamento Europeo, que tendrá todo este año para intentar encontrar una disposición que armonice todas las visiones tanto de los titulares de los derechos, como los usuarios y las administraciones.
Precisamente esa búsqueda de equilibro ha sido el planteamiento que este viernes ha defendido, en un encuentro de trabajo en Madrid con representantes de la Comisión Europea, de la industria, expertos en patentes y organizaciones de pacientes, el eurodiputado de Cs Adrián Vázquez, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, que es el organismo encargado de elaborar el dictamen que tendrá que asumir el pleno de la Eurocámara.
“Queremos un buen equilibrio con la propuesta de la Comisión. Hay que encontrar mayorías en el Parlamento, que es complejo, porque es fácil hacer populismo también con esta cuestión. Pero necesitamos un marco regulatorio que defina en qué situaciones de crisis la Comisión podrá activar una licencia obligatoria, una vez agotadas las vías de alcanzar acuerdos voluntarios”, ha explicado Vázquez.
El eurodiputado es negociador por Renew Europe del nuevo reglamento presentado por la Comisión Europea sobre licencias obligatorias de patentes en caso de crisis, que armonice las 27 legislaciones nacionales que ya existen. La norma da capacidad a Bruselas para activar licencias obligatorias que garanticen el acceso a productos y tecnologías protegidas bajo patentes, siempre que se trate de momentos tan graves como la pasada pandemia y en caso de que no se alcancen acuerdos voluntarios entre las partes.
El portavoz liberal ha hecho hincapié en su interés por “no dañar la capacidad de innovación de las empresas europeas” al tiempo que se regula “un mecanismo de ultimísimo recurso, en situaciones de verdadera gravedad”. “Este es un botón nuclear que no se debe usar, pero hemos pasado una pandemia muy dura y ha provocado la necesidad de una respuesta. El legislador tiene sentido común y buscamos que ese populismo no dañe un producto legal coherente y razonable, únicamente para situaciones graves”, ha explicado.
La Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo tiene que aprobar su propuesta sobre el reglamento en sesión plenaria en Estrasburgo con el fin de iniciar las negociaciones (trílogos) con el Consejo y la Comisión para acordar una legislación definitiva antes de diciembre de 2024.