La transparencia en las prácticas de fijación de precios es un camino por el que los países de la OCDE se muestran dispuestos a transitar, si bien aún siguen existiendo muchas dudas sobre cuál es el alcance exacto de esas medidas de transparencia. Preguntas clave sobre qué precios y para qué medicamentos se deben divulgar, las condiciones en las que los países están dispuestos a compartir esta información y las barreras que obstaculizan tales esfuerzos, son algunas de las cuestiones que ralentizan este proceso.
El último informe de la OCDE ‘Exploración de la viabilidad de compartir información sobre precios de medicamentos entre países’ indica que todos los países pertenecientes a esta organización se muestra interesado en tener información de los precios pagados por sus contrapartes y “un número significativo desearía compartir información sobre los precios netos de los productos farmacéuticos con otros países, y que preferiría hacerlo en una red cerrada”.
Igualmente, la mayoría de los países estarían interesados “en participar en un mecanismo piloto para compartir los precios netos con sus pares”. No obstante, para ello primero “se necesitarían ajustes legislativos y contractuales en varios países”. A modo de ejemplo, si bien 24 países declararon interés en obtener información sobre precios netos, solo 7 estarían dispuestos o serían capaces de compartir dicha información.
Según la OCDE, los países creen que compartir información en una red cerrada se adaptaría mejor a sus objetivos que la divulgación pública. Si bien 5 países declararon no tener interés en compartir información sobre precios netos en una red cerrada, 22 países pretenden utilizarla para informar las negociaciones de precios y 12 países para informar los precios de referencia externos y las iniciativas de compras conjuntas. En lo que respecta a la divulgación pública de los precios netos, 13 países indicaron que no están interesados. Por el contrario, 11 países mencionan como objetivo apoyar las negociaciones de precios con los fabricantes/proveedores (para 11 de los 31 países encuestados), 9 países mencionan la fijación de precios de referencia externa y siete países enumeran iniciativas de compras conjuntas.
Existe un amplio consenso entre los países en que “la divulgación de los precios netos no afectaría los poderes de negociación de los pagadores, la utilidad de la fijación de precios de referencia externa y la sostenibilidad del gasto farmacéutico”.
Sin embargo, los países expresaron un desacuerdo sustancial con respecto al impacto de una mayor transparencia de precios en los niveles generales de precios, el acceso a los medicamentos y la complejidad de las negociaciones de precios entre pagadores y fabricantes. Solo cuatro países no prevén ningún tipo de impacto de la divulgación de información sobre precios netos, ya sea públicamente o en una red cerrada. “Estos hallazgos muestran que las consecuencias de una mayor transparencia de precios no están totalmente alineadas”, indica el organismo mundial.