La esperada sentencia establece que las pretensiones de control sobre el ftbol de FIFA y UEFA, atentan contra la libertad de competencia, son discriminatorias y que la normativa limitativa no resulta transparente u objetiva.
La batalla por la Superliga, actualmente capitaneada en gran medida por el Real Madrid y su presidente, ha culminado hoy en el TJUE un xito que pocos esperaban tras la salida poco a poco de sus diferentes integrantes en Italia e Inglaterra. Una decisin que se habr celebrado (sirva la paradoja, como la consecucin de la Champions League), viendo las puertas que permite dejar abiertas, sea a un proyecto bajo la denominacin de Superliga u otro en el futuro.
El fondo de esta cuestin se centra principalmente en la, hasta hoy “presunta” posicin de dominio que se ejerce desde Suiza sobre las competiciones de ftbol profesional a nivel continental, la restriccin que estas instituciones privadas supranacionales establecen sobre la aprobacin de otras competiciones y el consiguiente control de los derechos audiovisuales y comerciales de las mismas. La decisin que hoy conocemos responde a las cuestiones que elevaba el Tribunal Mercantil N17 de Madrid y contradice las conclusiones del abogado general hace exactamente un ao.
Desde posiciones contrarias a este proyecto, se est argumentando en las ltimas horas que el tribunal no se pronuncia sobre este proyecto especfico. Esta lnea tiene poco recorrido, la decisin golpea de una forma mucho ms contundente el sistema de poder de FIFA y UEFA, puesto que no limita estas reivindicaciones a un proyecto concreto bajo unas caractersticas especficas, sino que exige que existan normas claras, objetivas y transparentes para la aprobacin de competiciones. Con ello, se deja claro que las decisiones hasta la fecha adoptadas no cumplan estos requisitos y se consideraran arbitrarias y no fundamentadas, algo que para quienes deben llevar por bandera los valores del deporte no debe ser sencillo de asumir.
La sentencia adems tambin hace referencia a un aspecto muy relevante y es a la serie de amenazas que desde el rgano rector se han podido trasladar (as como desde las diferentes ligas domsticas) a los clubes que anunciaron su participacin en el proyecto. La ltima en salirse, la Juventus de Turn, tuvo que negar expresamente que hubieran recibido amenazas de este tipo (negacin ya de por s resultara extraa y puede hacer pensar a algunos que “cuando el ro suena…”).
Jurdicamente, el camino que est teniendo que recorrer el proyecto de la Superliga desde el 2021 es extremadamente complejo. Sin embargo, tras el fallo, empieza a vislumbrarse que, como ocurri hace aos, la batalla excede de los tribunales y la gestin de comunicacin y percepciones resultar vital. Estamos acostumbrados a ver cmo al finalizar algunos debates polticos electorales todos los grupos aparecen en medios indicando que son los claros vencedores del mismo. Viendo los comunicados de aquellos cuya lnea argumental ha sido rechazada por la cmara europea, nos damos cuenta de que son muy conscientes de ello. Los equipos ingleses tuvieron que recular mucho antes de que ningn juez interviniese ante la protesta de sus aficionados y, en menor medida, un camino similar se produjo en Italia. Una vez que se vende el mensaje de “los ricos vs. los pobres”, el movimiento de masas es imparable.
Con una decisin contundente en todos sus aspectos, competencia, normas de autorizacin, posicin de dominio, propiedad de derechos derivados, las ligas y UEFA procurarn sacar la artillera meditica y tratar de demostrar a aquellos que hoy celebran que puede seguir siendo un proceso “molto longo”.
Hoy hemos podido ver publicaciones en redes sociales de actores relevantes, en este caso como el del presidente de La Liga, aprovechando la indicacin del TSJE sobre la obligatoriedad de que estos criterios “no sean discriminatorios”, para tratar de vincularlo a lo que entiende que s seran los criterios de la propia Superliga al ser una competicin semi-cerrada. No es sobre esta cuestin sobre la que est fallando el TJUE por no incidir en que, adems, la formacin del sistema de competicin de la Superliga est completamente abierto a modificaciones y ajustes en el futuro.
De hecho, esta vez, estaban preparados para esta decisin y alejndose del sistema de 20 clubes (15 fijos y 5 por mritos en cada temporada), hoy mismo han dado a conocer un nuevo formato de competicin con 64 equipos y tres divisiones sin miembros permanentes y con ascensos y descensos. Habr una Superliga femenina que seguir los mismos principios que las ligas masculinas. Adems, en este anuncio se afirma que se podrn ver en streaming en directo y gratis, una autntica revolucin en el panorama audiovisual deportivo.
Habr que ver la aceptacin del mismo, pero salva uno de los escoyos principales por los que le haban atacado.