Los primeros momentos después de un accidente de tráfico son muy importantes, pues pueden tener un impacto significativo en las consecuencias para los involucrados en el siniestro, especialmente en las reclamaciones.
El impacto físico y emocional que la situación provoca en las personas que sufren el siniestro puede provocar que se descuiden acciones muy importantes de las que depende lo que ocurrirá después. Las personas que circulan tranquilamente por las vías no suelen estar del todo preparadas para afrontar un accidente de tráfico, y, es muy frecuente que no sepan qué hacer ni qué decir. Es importante seguir los consejos de la Dirección General de Tráfico.
¿Qué se debe hacer después de sufrir un accidente de tráfico?
Un valioso consejo que elimina muchos riesgos y garantiza lo mejor para la persona, es llamar a un abogado especialista en accidentes de tráfico. Aunque el accidente sea leve y no provoque lesiones o daños de gravedad, la presencia del abogado es como un dispositivo de seguridad para los implicados.
El abogado sabe qué hacer y acompañará a su cliente en esos primeros momentos, indicándole cómo actuar y qué decir. No importa lo nerviosa que esté la persona o que sea muy complicada la situación. El profesional sabrá a qué atenerse en lo que respecta a la normativa y a las obligaciones y derechos de cada persona que participó en el siniestro. Se ocupará de su cliente pensando en el momento y también en el futuro.
Las acciones relevantes que hay que cumplir tras el accidente son las siguientes:
Atención a las víctimas
La ley obliga a asistir a las víctimas. Por razones legales y de humanidad, es imprescindible que las personas involucradas en el siniestro sean atendidas y que su bienestar sea asegurado.
Las víctimas deben ser trasladadas a una clínica médica lo antes posible para ser atendidas, documentar las lesiones y establecer la relación causal con el accidente. El plazo máximo es de 72 horas desde que aconteció el siniestro. De no respetarse este plazo, la aseguradora podrá negarse a pagar argumentando que las lesiones no fueron causadas por el accidente.
Completar el parte amistoso
Habitualmente, las aseguradoras incluyen un parte amistoso en blanco en la documentación del seguro que el cliente lleva en el automóvil. Es conveniente cerciorarse de que este formulario está a disposición para el caso de que se necesite.
El parte amistoso es un documento en el que los involucrados describen cómo ocurrió todo. En él se registran los datos de los vehículos y personas involucradas y las circunstancias del siniestro.
Este documento amistoso será firmado por los conductores que participaron del siniestro. Si alguno de ellos se niega a firmar el documento, siempre lo mejor es llamar a la policía o a la guardia civil para que realicen el atestado.
Recopilación de pruebas
En los primeros momentos deben recopilarse pruebas del siniestro. Fotografías de la escena del accidente, daños en los vehículos y en otros objetos y cualquier otro signo relevante. También es el momento indicado para obtener datos de los testigos si los hay. Estas pruebas serán muy valiosas para la reclamación posterior.
Intercambiar información con otros conductores
Obtener información precisa de los demás conductores es fundamental para los procesos que se inician a continuación del accidente. Es importante registrar nombres, números de teléfono, direcciones, números de matrícula del vehículo, detalles del seguro.
Informar a la aseguradora
La ley 50/1980, del contrato de seguro, establece un plazo de 7 días desde el accidente para informar a la propia aseguradora de que ocurrió el siniestro. Esta comunicación es independiente de si la persona es responsable o no. La compañía de seguros podrá iniciar el proceso de reclamación lo antes posible. Las demoras en la notificación pueden afectar la resolución del reclamo.
Existen plazos para realizar muchos de los trámites que se originan después de un accidente de tráfico. Actuar rápidamente ayuda a cumplir con estos plazos y a evitar la pérdida de beneficios que devienen de los derechos legales.
¿Cuáles son los derechos de la persona que sufre un accidente de tráfico?
Las acciones que se detallaron antes son necesarias para garantizar los derechos de toda persona que sufre un accidente de tráfico. ¿Cuáles son estos derechos fundamentales?
Derecho a la asistencia sanitaria
La persona que ha sido lesionada en un accidente de tráfico tiene derecho a recibir atención médica inmediata para valorar su situación y evitar males mayores.
Derecho a indemnización
La ley reconoce que las víctimas de accidentes de tráfico tienen derecho a ser indemnizadas por los daños y perjuicios que el siniestro les provocó.
La normativa define los mecanismos para las reclamaciones, que pueden incluir gastos médicos, pérdidas de ingresos, daño moral, perjuicios patrimoniales, entre otros conceptos. El Baremo de Tráfico detalla las cuantías que corresponden de acuerdo con los perjuicios que la víctima ha sufrido.
Derecho a recibir asesoría legal
Además de un derecho, recibir asesoramiento legal es una necesidad para la persona que sufre un accidente de tráfico, sea o no responsable del mismo. De esta información puede depender todo lo que ocurra después.
Las compañías aseguradoras suelen ofrecer a sus clientes el asesoramiento de sus propios abogados. Sin embargo, siempre es más conveniente contar con un profesional independiente que asesore durante todo el proceso posterior al accidente.
Derecho a presentar una denuncia
Si la situación lo amerita, la persona que sufre un accidente de tráfico tiene derecho a presentar una denuncia ante las autoridades competentes. Este derecho aflora especialmente cuando el responsable del siniestro cometió un delito contra la seguridad vial.
Existen otras situaciones específicas en las que una víctima puede denunciar para ser compensada por lesiones o daños materiales importantes.
Derecho a la presunción de inocencia
Es un derecho que tiene toda persona a la que se le atribuye responsabilidad en el accidente. Se presume la inocencia hasta que se demuestre lo contrario. La parte que acusa debe presentar pruebas que demuestren su acusación.
Un accidente de tráfico se prolonga más allá del momento en que ocurrió. Tiene consecuencias leves o graves, que pueden condicionar la vida de los participantes en el siniestro.