Canal de noticias de Asuntos Legales
Permitir que los empleados trabajen mientras están incapacitados puede tener importantes implicaciones para la empresa. A primera vista, puede parecer que esta práctica ayuda a mantener la productividad, pero a largo plazo puede resultar perjudicial tanto para los empleados como para la organización.
Una de las consecuencias principales es el riesgo de agravar la salud del trabajador, ya que al continuar sus labores mientras está enfermo o lesionado, su recuperación puede verse comprometida, lo que puede derivar en una incapacidad prolongada o incluso en una condición de salud crónica. Esto no solo afecta al individuo, sino también al equipo, al tener que lidiar con posibles ausencias futuras más largas y con un desempeño reducido.
Entre las implicaciones para las empresas está que “al tratarse de una regulación del mundo del trabajo, el Ministerio de Trabajo en uso de su facultad coactiva o de Policía Administrativa puede imponer sanciones a los responsables de la inobservancia o violación de una norma del trabajo, las cuales pueden ser multas que oscilen entre uno hasta 5.000 veces el salario mínimo mensual vigente según la gravedad de la infracción”, aseguró Felipe Quintero Garcia, socio de la práctica laboral en Quintero y Quintero Asesores.
Además, existen posibles consecuencias legales y de cumplimiento normativo. La legislación laboral protege a los empleados durante su tiempo de incapacidad y estipula que no deben trabajar hasta que estén completamente recuperados. Al permitir que un empleado trabaje en estas condiciones, la empresa podría enfrentarse a sanciones o a reclamos legales.
Asimismo, este tipo de prácticas pueden afectar la moral y el bienestar general de los empleados, al dar la impresión de que la empresa prioriza el rendimiento sobre la salud. Esta percepción puede impactar en el compromiso y la satisfacción laboral, y provocar una disminución en la retención de talento.
Diego Acevedo, socio de Holland & Knighty, aseguró que son varios los problemas de carácter legal que pueden surgir frente a escenario planteado. “Dichos problemas se pueden presentar tanto al interior de la empresa como frente a las autoridades judiciales y/o administrativas del trabajo. Así tenemos que al interior de la empresa este tipo de actuaciones puede ser considerada como una conducta de eventual acoso laboral, lo que implica la activación del Comité de Convivencia de la empresa, con los consecuentes fueros de estabilidad”, agregó el abogado.
Por último, es importante considerar que el permitir que empleados trabajen mientras están incapacitados puede crear una cultura laboral en la que se espera que los trabajadores antepongan sus responsabilidades laborales a su bienestar personal, lo cual es insostenible a largo plazo y puede llevar al agotamiento y al desgaste profesional.
¿Qué puede hacer el trabajador?
Eliana Triviño, directora de asuntos laborales en Riveros Victoria Abogados, agregó que el trabajador en estos casos puede negarse a prestar el servicio, pues, está amparado en una justa causa para ausentarse del lugar de prestación de servicios, si el empleador insiste en asignarle actividades, el trabajador puede presentar una queja formal ante el Ministerio del Trabajo.
Acevedo añadió que la persona que labora estando incapacitada podrá acudir ante el juez de trabajo y/o Ministerio de Trabajo, poniendo en conocimiento esta situación con la finalidad de reclamar no solo el mismo tema del acoso laboral, sino las eventuales situaciones calamitosas que se puedan presentar en su salud. “Por ejemplo, podrá argumentar que en la medida que no le permitieron disfrutar de su incapacidad y por ello no se recuperó, su dolencia se pudo ver agravada y como consecuencia pretender el reconocimiento y pago de unos perjuicios”, agregó.