El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, considera que la Estrategia de la Industria Farmacéutica (EIF), cuyos últimos detalles se están finalizando, constituirá un elemento transformador de la relación que la industria farmacéutica mantiene con el sector público, y en particular con el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Padilla considera que es el momento de cambiar la visión del progreso, pasando de una basada en la competencia a una que valore la coordinación y colaboración como “el mejor factor de desarrollo”. Por este motivo, opina que la EIF “establece un marco de colaboración y coordinación entre agentes que trabajan con algunos intereses comunes y otros, legítimamente, no compartidos”. Así lo explicó el pasado viernes durante su intervención en el XXIII Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, celebrado en Santander en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Para el secretario de Estado, debe establecerse una relación simbiótica entre una industria capaz de proporcionar medicamentos seguros y eficaces, y las administraciones públicas, que deben tener la capacidad de “crear un marco regulatorio y un contexto que genere dinámicas virtuosas, más allá de la competencia de mercado”.
De este modo, Padilla considera que la EIF va a establecer un “elemento transformador” consistente en pasar de una relación cliente-proveedor a una relación que reconozca los entornos complejos en los que se desarrolla el sector. Por ello, el segundo de Sanidad afirmó tajantemente que “debemos pasar de un modelo basado en la oferta a otro basado en la demanda”. En este sentido, cree que “las instituciones públicas deben poder enviar mensajes claros sobre los ámbitos en los que se deben desarrollar las innovaciones y donde habrá mayor disposición a pagar”.
Este es el principal objetivo que Padilla establece para la EIF, que cuenta con el impulso y la participación de cuatro ministerios (Sanidad, Hacienda, Industria y Ciencia). Estos han colaborado para que los elementos incluidos en la estrategia (acceso y sostenibilidad, investigación, y resiliencia y autonomía) trasciendan y se aborden de forma coordinada bajo un único paraguas.
Acceso y sostenibilidad
Padilla explicó algunos de los aspectos clave de la estrategia, centrándose en el más vinculado a la sanidad: el acceso y la sostenibilidad. Según el secretario de Estado, el objetivo es “establecer un sistema predecible y más transparente, donde todas las partes sepan qué esperar y se incorporen otros agentes al proceso”. Para lograrlo, se está trabajando a nivel regulatorio en el real decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, el de precios y financiación, y en la modificación de la Ley de Garantías.
Además de mejorar la independencia y predictibilidad como paso previo a otros modelos de evaluación más avanzados en un futuro (como los propuestos por Félix Lobo en sus estudios de Funcas), Padilla subrayó la importancia de trabajar en el diálogo temprano y en la transparencia.
También mencionó que la reforma de la Ley de Garantías, con elementos clave como la diferenciación de precios entre marcas y genéricos, será otro cambio legislativo relevante. Por otro lado, avanzó que se está trabajando en mejorar los procedimientos de compra mediante recomendaciones de buenas prácticas y el desarrollo de sistemas de información internos sobre el uso de medicamentos para la gestión de la prestación.
Aunque dio por acordados la mayoría de estos elementos, reveló que “uno de los más importantes” de la EIF, la modificación de la disposición adicional sexta de la Ley de Garantías, “aún está en negociación”, por lo que evitó ofrecer más detalles sobre este aspecto.
I+D+i
Otro de los elementos clave de la EIF es el impulso a la investigación. En este sentido, Padilla explicó que, aunque España es líder en ensayos clínicos, debe seguir trabajando para incrementar ese liderazgo, asegurándose de que los ensayos clínicos (EECC) se gestionen desde nuestro país.
Ante preguntas del público sobre la competencia que otros países querrán impulsar para arrebatarle a España esta posición, Padilla respondió que, más allá de una apuesta política por la investigación clínica, España cuenta con una ventaja estructural en su Sistema Nacional de Salud, lo que le otorga una posición de liderazgo difícil de replicar. Como ejemplo, mencionó el modelo de trasplantes español, que, pese a ser copiado por otros países, no ha sido superado. Por otro lado, Padilla se fijó como objetivo avanzar en la descentralización de los ensayos clínicos, viéndolo como una “oportunidad de crecimiento” en la investigación clínica.
También destacó la importancia de romper con los modelos de financiación donde la I+D básica, que conlleva más riesgo y menos oportunidades de recuperar la inversión, recae principalmente en el sector público, mientras que el sector privado se enfoca en las etapas más avanzadas del desarrollo.
Además, Padilla explicó que en los últimos años han querido “materializar la presencia de lo público en toda la cadena de valor del medicamento”, un objetivo que se ha logrado con la constitución de Terafront, una empresa de capital público-privado que busca enviar mensajes claros en relación con la investigación y la comercialización de medicamentos.
Resiliencia y autonomía estratégica
Respecto al último componente de la EIF, la resiliencia y la autonomía estratégica, Padilla destacó que los objetivos planteados en cuanto al desarrollo de capacidades productivas en Europa han derivado en los últimos años hacia un “discurso más securitario”. Según él, la autonomía estratégica en un “entorno belicista” nos lleva a incrementar los presupuestos de Defensa, pero considera que la autonomía estratégica también debe tener una “dimensión social, con el desarrollo de capacidades locales y regionales”.