A través del interrogatorio directo el abogado interroga a un testigo que sostiene una versión propicia de los hechos, es decir, una versión fáctica acorde con la mantenida por el interrogador. Como ejemplos del interrogatorio directo en el campo penal señalamos los que realiza la acusación a la víctima y, de otro lado, el que realiza la defensa al acusado; en el proceso civil, la que realizan demandante y demandado a los testigos que han propuesto.
Partiendo de este concepto, es obvio que para el abogado que va a practicar el interrogatorio directo, este se percibirá como un interrogatorio favorable, pues es sabido que el testigo expondrá un testimonio concordante con su narración fáctica; fácil, ya que la preparación y ejecución del interrogatorio se llevará a cabo con escasas dificultades; seguro, ya que, salvo sorpresas, antes de ejecutar el interrogatorio, el abogado dispondrá de un conocimiento casi exacto de lo que el testigo va a declarar, existiendo escaso riesgo de que se vea afectada nuestra línea de defensa durante la práctica de la prueba.
Reglas prácticas para ser más eficaces
En esta entrega de la Guía Práctica de la Abogacía que Aranzadi te ofrece de forma gratuita, el abogado y experto en habilidades profesionales Óscar Fernández León, expone, a modo de máximas, aquellas reglas prácticas que nos ayudarán a ser más eficaces durante la ejecución de dicha modalidad de interrogatorio.