Un 67% de los expertos afirma que los departamentos fiscales están involucrados en las decisiones empresariales estratégicas y que sus recomendaciones han ganado un peso muy relevante en los últimos años, según se desprende del informe Global Tax Outlook 2023, elaborado por BDO tras entrevistar más de 630 expertos fiscales de 48 países.
A medida que el papel de la fiscalidad ha ido evolucionando hasta alinearse con la estrategia y operaciones corporativas de las organizaciones, la función de los equipos fiscales ha adquirido un rol muy destacado al ampliar sus responsabilidades más allá de asegurar el cumplimiento normativo y de las leyes. El área fiscal está muy implicada en las reestructuraciones empresariales, tal y como coinciden el 50% de los profesionales encuestados por BDO, seguido de las operaciones de M&A y estrategias de resiliencia económica, con un 45%, respectivamente.
La nueva función fiscal tiene ante sí distintos retos que amenazan con modificar labores de cumplimiento, información y planificación. En concreto, BDO identifica cinco cuestiones interrelacionadas que marcarán la agenda fiscal global en los próximos meses.
En primer lugar, el panorama fiscal se ha vuelto cada vez más complejo y con ello ha aumentado el control por parte de la autoridad fiscal, según el 70% de los encuestados. Es por eso por lo que los líderes fiscales deben gestionar proactivamente las políticas, procedimientos y gobierno fiscal, de manera que pueda garantizar su cumplimiento y garantizar la eficacia de las operaciones.
En segundo lugar, el 48% de los participantes afirma que en los últimos meses han experimentado mayores cuotas tributarias fiscales y según sus previsiones los costes continuarán aumentando a medida que los países aborden el cambio climático y otros retos globales. Las principales razones que detecta la Firma son la intervención gubernamental durante la pandemia y la posterior inestabilidad económica.
En un contexto con mayor carga de trabajo, la presión presupuestaria, las cuotas tributarias en aumento y una mayor seguridad, alcanzar la eficacia de los resultados se ha convertido en un reto para los líderes fiscales, quienes deben encontrar nuevos modelos de optimización de procesos. En este sentido, los expertos coinciden en que los objetivos más relevantes en el próximo año serán alcanzar un mayor flujo de efectivo y reducir costes, un 25%, y obtener una mayor eficacia de la función fiscal, 23%.
Por otro lado, al igual que otros sectores, el fiscal se enfrenta a una crisis de talento debido a la escasez de candidatos con la formación necesaria para cumplir con las demandas de las responsabilidades más estratégicas de la función fiscal, adaptarse a la nueva normativa fiscal o implantar adecuadamente nuevas tecnologías, entre otras cualidades.
Por último, como consecuencia de las tensiones geopolíticas y comerciales y los esfuerzos gubernamentales por recaudar ingresos adicionales, están dando lugar controversias fiscales que pueden provocar mayores cargas financieras y daños reputacionales. En concreto, el 58% de los participantes en el informe elaborado por BDO afirman que la principal controversia fiscal está relacionada con los impuestos sobre la renta.
Carlos López, socio del área Fiscal de BDO Abogados, considera: “En un contexto internacional como el actual, los impuestos juegan un papel cada vez más relevante y desvelan cómo afronta cada país los cambios económicos. En este sentido, informes como el Global Tax Outlook 2023 elaborado por los diferentes expertos en el área fiscal que formamos parte de BDO en todo el mundo, revelan las nuevas tendencias, amenazas y oportunidades que están emergiendo en la práctica fiscal”.
Según, Antonio Puentes, socio responsable de Procedimiento Tributario de BDO España: “El aumento de controversias relacionadas con impuestos es cada vez más habitual y es debido al complejo entorno normativo nacional e internacional al que nos enfrentamos y a la necesidad de los gobiernos nacionales por obtener más ingresos, contando con unos márgenes de beneficio de las empresas ajustados, por lo que presionan a las entidades para que rebajen sus tipos impositivos efectivos”.
Para poder hacer frente a los retos identificados, BDO recoge tres respuestas para mitigar los efectos y contribuir a la estrategia comercial de la organización. Por un lado, una de las mayores prioridades es la actualización de las capacidades de tecnología fiscal ante un panorama más complejo para aumentar la productividad, mejorar la exactitud de los datos, reducir errores y permitir a los departamentos tomar un papel más estratégico. Una de las prioridades de los líderes de esta práctica en el ámbito tecnológico es la automatización de los procesos y, en concreto, para agilizar procesos de tributación directos, según el 31% de los encuestados. De cara al futuro, un 59% de los participantes prevén un crecimiento en sus presupuestos para impulsar la tecnología en el departamento fiscal en los próximos 12 meses.
Por otro lado, la formación es clave para que los equipos puedan asumir roles más estratégicos y asumir nuevas responsabilidades. Proporcionar formación y oportunidades de desarrollo es crucial para para la atracción y retención del talento. Por ello, un 30% de los encuestados por BDO tiene previsto aumentar la inversión en programas de capacitación y formación de empleados.
Por último, la Firma destaca la colaboración con socios externos para acceder a conocimientos y recursos especializados, ganar experiencia en el ámbito tecnológico, gestionar mayores cargas de trabajo y cuestiones complejas. En los últimos 12 meses los líderes fiscales han recurrido a la externalización para aumentar la capacidad de actividades como la preparación de la declaración del impuesto sobre la renta, 32%, el impuesto sobre la nómina, 29%, el cumplimiento fiscal global, 29%, y para créditos e incentivos fiscales, 31%.
La sostenibilidad en la práctica fiscal
En los últimos años, las consideraciones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) han aumentado su influencia en la función fiscal. En este sentido, el 75% de los líderes que han participado en la encuesta de BDO confirman que cuentan con cierto conocimiento acerca de la interacción entre los impuestos y las estrategias ESG. No obstante, el 93% de los participantes no considera una prioridad desarrollar una estrategia fiscal y de ESG.
Ante el reto de lograr implantar los criterios ESG en las decisiones de la práctica fiscal, el 24% de los responsables admiten que la recopilación y análisis de datos es el mayor obstáculo para mejorar la información sobre transparencia fiscal relacionada con los ESG.