En el último año más de cuatrocientos mil menores abandonaron las aulas. Según el Ministerio de Educación entre las razones principales está el orden público y la inseguridad en muchas regiones del país.
Según el Ministerio de Educación, el año pasado cuatrocientos setenta y tres mil setecientos ochenta menores desertaron del colegio, cifra superior a la del 2022, cuando fueron trescientos treinta y siete mil ciento cuatro. Para los expertos, esto podría ser resultado de la pandemia.
“Algunos niños y niñas que debían aprender a leer cuando estaban en pandemia, primero, segundo, tercero, no lo hicieron de la manera más adecuada y eso puede entorpecer mucho más adelante su proceso educativo”, sostuvo Gloria Beltrán, directora del Laboratorio Economía de la Educación de la Pontificia Universidad Javeriana.
La falta de infraestructura educativa y de acciones eficaces de seguimiento a los menores que abandonan las aulas son otras de las razones por las cuales se esta presentando esta situación.
“Garantizar la efectividad y total cobertura del Plan de Alimentación Escolar, segundo, el mejoramiento de estructuras de escuelas y colegios que de acuerdo con estudios establecen que buena parte de la deserción escolar se da como consecuencia de la mala infraestructura”. Manifestó el senador Guido Echeverri como propuesta para mitigar esta problemática.
La tasa de deserción escolar a nivel rural es de 5.4%, mientras que en las ciudades es del 3.6%. Por esto, desde el Senado se estudia una iniciativa que permita cerrar las brechas educativas.
“A nivelar las condiciones de nuestros niños que, por la pandemia, por la falta de esos equipos, por las distancias, porque tuvieron muchas dificultades para acercarse a aquellos centros educativos, hoy están en condiciones desiguales con quienes viven en las zonas urbanas”, dijo la senadora Soledad Tamayo, del Partido Conservador.
Los departamentos más afectados por la deserción son Putumayo, Caquetá y Guanía, y los grados donde los menores están desertando están entre sexto y noveno.
United Way Colombia explica que “este problema tiene un impacto negativo, a tal punto, que afecta el desarrollo individual y social de los jóvenes. Limita sus oportunidades de acceder a un empleo digno, mejorar su calidad de vida y contribuir al desarrollo del país. Unas secuelas permanentes que podemos prevenir. Las causas de la deserción son variadas y a menudo interconectadas. La pobreza, la violencia y la dispersión geográfica son factores clave que llevan a muchos jóvenes a abandonar la escuela.”
Uno de los retos que tenemos como fundación al momento de estudiar este fenómeno, es ver la asimetría que presenta en el territorio. La falta de infraestructura adecuada en algunas regiones del país también obstaculiza el acceso a la educación. La distancia entre el hogar y la escuela, la falta de transporte y la ausencia de instalaciones escolares adecuadas, son desafíos comunes que enfrentan los estudiantes en áreas rurales.