El movimiento de las mujeres saluda las medidas urgentes anunciadas por la mandataria y confía en una nueva voluntad política que otorgue recursos para combatir la violencia y las discriminaciones.
El feminismo recupera la respiración en México. Tras un sexenio de pésimas relaciones con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que el movimiento de las mujeres se vio no pocas veces maltratado en lo teórico y ahogado en los recursos.
México vive una nueva crisis de violencia y el gobierno de Claudia Sheinbaum, que cumple una semana en el poder, anunció este martes cómo lo quiere resolver.
El macabro asesinato del alcalde de Chilpancingo el domingo, en el oeste del país, se sumó a la guerra abierta entre las facciones del Cartel de Sinaloa, en el norte. La semana pasada, además, seis migrantes murieron en el sur de México después de que militares dispararan contra el vehículo en el que viajaban.
En este contexto, el nuevo gabinete presentó su plan de contingencia.“No va a regresar la guerra contra el narco”, advirtió Sheinbaum en conferencia de prensa. “Nosotros vamos a usar prevención y atención a las causas (…) Los delitos de alto impacto van a disminuir porque hay una estrategia y se va a cumplir”.
Tres materias que deja pendiente el ex mandatario:
- Reducir la violencia
AMLO dice que durante su sexenio bajaron los homicidios un 18%, los robos un 30% y los secuestros un 77%.
Para combatir el crimen, su gobierno remplazó a la policía federal por una Guardia Nacional, bajo control del Ejército, para depurar elementos de corrupción, y en su último mes reformó el Poder Judicial para intentar acabar con la impunidad.
“Ahora no se reprime al pueblo, no se ejecutan masacres, no se tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación de los derechos humanos y tampoco existe un narcoestado como el que se configuró en el sexenio antepasado”, dijo AMLO hace un mes.
En el fondo, su búsqueda fue acabar con la violencia a través de programas sociales para quienes en teoría están en peligro de ser reclutados por el crimen.
En su discurso, el mandatario destacó que la percepción de inseguridad bajó 15%.
Pero, si bien ha bajado, entre un 50 y 70% de los mexicanos aún dicen en encuestas que se sienten inseguros. Y los delitos de extorsión y violencia intrafamiliar se han disparado.
Las cifras de la seguridad fueron un principal tema de contención en este sexenio porque, con los mismos datos oficiales, unos ven reducción y otros aumento de la violencia, dependiendo del periodo que se analice o los tipos de delito que se contemplen.
Carlos Pérez Ricardt, profesor y politólogo, añade: “Lo que más le costó al final de su mandato fue no haber logrado demostrar que la política social es suficiente para reducir la criminalidad”.
Sheinbaum, la nueva presidenta, quiere aplicar algunas de las estrategias que sirvieron en su alcaldía de Ciudad de México (2018-2023), entre ellas altas tecnologías de cámaras y seguimiento, coordinación entre entidades y mejores procesos de denuncia e investigación del crimen.
- Un mejor sistema de salud
La salud es otro tema polémico porque AMLO se lo toma a pecho, hizo varias reformas con resultados ambiguos y la comunidad científica ha tenido que entrar al debate político.
AMLO quiso reformar un sistema fragmentado, desigual y ausente para las mayorías con tres medidas clave: centralizando el sistema, creando seguros para los más pobres y volviendo a monopolizar la compra de medicamentos en el Estado.
Pero, entre la pandemia y lo que para muchos fue un plan mal diseñado, las reformas quedaron pendientes. «Las reformas eran necesarias, pero al final se perdió un sexenio en salud porque no hubo un plan de implementación», dice Andrés Castañeda, experto en salud pública.
Y las cifras son, otra vez, un tema espinoso. AMLO cita el aumento de clínicas y doctores y la reducción de precios en el sistema público para los no asegurados. Sin embargo, datos de la Coneval, un centro de estudios estatal, reportan que la carencia de salud aumentó del 16% en 2018 al 39% en 2022.
Los mexicanos son todavía de las poblaciones que más gasta en salud, pero su Estado es aún uno de los que menos invierte en el sector, en comparación con los países latinoamericanos en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, México tiene una de las tasas más altas del mundo en mortalidad prematura potencialmente evitable y uno de los índices de gasto catastrófico —familias que deben gastar el 30% de su patrimonio en salud— más altos de la región.
“Andrés Manuel inició su gestión en salud cortando la corrupción en la compra de medicamentos y después reformó el sistema de salud pública dos veces para corregir errores del pasado; aún falta ver los resultados de esa segunda reforma, los datos actuales no permiten cantar victoria”, dice Vanessa Romero Rocha, abogada y analista política.
Hay quienes creen que las profundas reformas a la salud aún están por demostrar sus beneficios. Otros piensan que el daño es irremediable.
En cualquier caso, Sheinbaum ha prometido seguir con la senda pautada por su predecesor: consolidar la reforma al sistema de salud pública y aumentar la cantidad de consultorios en zonas remotas para así prevenir enfermedades crónicas.
- Impulsar la transición energética
Cinco de los 100 compromisos de AMLO cuando llegó al poder estaban relacionados con el medio ambiente: plantar millones de árboles, promover fuentes de energía sostenibles, restringir el uso de semillas transgénicas, prohibir el fracking y reducir el impacto ambiental del desarrollo turístico.
Aunque se avanzó en el tema de semillas y no se otorgaron licencia mineras, en el sector ambiental hay consenso de que “se perdieron 6 años”, no solo porque no se cumplieron la mayoría de estas promesas, sino porque el gobierno impulsó proyectos de enorme impacto ambiental.
Entre los más citados están la construcción del Tren Maya, que significó la tala de siete millones de árboles, el aumento de la producción petrolera y la remodelación y edificación de refinerías en todo el país.
Sheinbaum, que como científica dedicó su carrera al estudio de las energías contaminantes, ha dicho estar “comprometida con reducir las emisiones que provocan el cambio climático y con la protección del medio ambiente”.
Y ha citado como ejemplo lo que hizo en CDMX: promovió la construcción de plantas recicladoras y de energía solar, masificó el sistema de transporte en bicicleta y restauró ríos y lagos, con lo que se logró la reducción de más de dos millones de toneladas de dióxido de carbono al año.