A medida que el periodo electoral que atravesará la Unión Europea (este mes de julio) se va acercando, desde diversos sectores transmiten mensajes sobre cuáles son las prioridades que deben abordarse en el siguiente periodo político. Este martes han sido un total de 25 asociaciones representantes de la industria europea, entre las que se incluye la Efpia farmacéutica, las que han lanzado un conjunto de recomendaciones, que abogan en definitiva por situar, “hasta 2030”, a la cabeza de cualquier prioridad política “el desarrollo y la potenciación del denominado mercado único europeo. Un entorno donde se potencie la competitividad del continente y desaparezcan barreras que limiten el crecimiento”.
En ese sentido, abogan por “formular un objetivo principal con el horizonte de 2030 y embarcarse en un ambicioso programa para superar y prevenir la fragmentación en todos los ámbitos, desde el medio ambiente hasta la energía, la digitalización o la seguridad, entre otros, acompañado de otro segundo objetivo como es “eliminar todas las barreras transfronterizas al comercio en el Mercado Único y revitalizar los principios de libertad”.
Igualmente, plantea por “adoptar un enfoque holístico de la competitividad”. De esta manera estiman que La Comisión Europea “debería reforzar su control de competitividad en todas las normas de la UE para reducir los requisitos innecesarios de presentación de informes, las incertidumbres en torno a la aplicación, las cargas administrativas y los costos de cumplimiento”.
La carga administrativa es otra de las cuestiones a las que la Comisión debería prestar una especial atención. “La Comisión Europea entrante debería mejorar el mandato de la DG GROW o crear una Dirección General separada para la “Integración de Mercados” (DG MINT) para intensificar la colaboración entre las DG y con las autoridades de los Estados miembros de la UE”.
Por otro lado, reclaman también un mayor diálogo. Las autoridades europeas deberían “interactuar más frecuentemente con la comunidad empresarial. Las autoridades europeas y nacionales que gestionan el Mercado Único deberían consultar y cooperar proactivamente con las empresas para eliminar obstáculos y asignar personal suficiente”.
Problemas de crecimiento
“Estados Unidos y China están creciendo más rápido”, advierte la industria europea y ello “los coloca en una posición privilegiada para crear más prosperidad y un futuro digital más ecológico y avanzado, mientras la competitividad de la UE continúa debilitándose”.
“En la última década, facilitar la actividad empresarial transfronteriza entre los Estados miembros no ha estado en la vanguardia de las acciones de los responsables políticos”, aseguran, matizando además que “se ha descuidado la aplicación adecuada y sistemática de las normas del Mercado Único y la plena armonización del marco regulatorio en áreas clave como Medio Ambiente, Energía, Digital y Telecomunicaciones, Seguridad, Salud, Banca y Capital en toda la UE. Los obstáculos señalados por la comunidad empresarial (incluidas las empresas emergentes y las pymes) siguen sin abordarse y no hay un procedimiento sencillo ni una estructura de gobernanza para eliminarlos”.
“¿Y si Europa no defiende un mercado único que garantice la libre circulación de personas, bienes, servicios, capitales y datos?”, se preguntan estas entidades comerciales. Su respuesta es clara “n ese escenario, la competitividad de nuestro continente seguirá erosionándose, quedando rezagado en las transiciones verde y digital y correrá el riesgo de tener menos oportunidades de empleo y atraerá menos talento, a medida que el progreso tecnológico se acelere fuera de Europa”.
Desde el plano empresarial, “hoy en día, las empresas europeas enfrentan crecientes costos de cumplimiento, requisitos de presentación de informes y una creciente fragmentación en el Mercado Único”. Aunque reconocen que el propósito de la legislación es a menudo proteger a los ciudadanos y las empresas, “existen demasiados requisitos para las empresas que son ineficientes y ya no son relevantes, aumentan la burocracia y divergen entre los Estados miembros de la UE. Por lo tanto, la comunidad empresarial pide a la Comisión Europea que mapee adecuadamente y aborde urgentemente las cargas y barreras que impiden a las empresas participar en operaciones transfronterizas para ganar escala rápidamente y atraer más inversiones”.
En su opinión, “no hay suficiente compromiso político ni capacidad administrativa para lograr avances significativos en la Comisión y dentro de los Estados miembros de la UE”.
Por ello demandan “renovar la dinámica de la integración europea profundizando el mercado único de la UE para impulsar la competitividad de la UE, mejorar los niveles de vida y aumentar los ingresos de los ciudadanos”.
Eliminar todas las barreras transfronterizas al comercio en el Mercado Único y revitalizar los principios de libertad. Esto agregaría 2,8 billones de euros más allá de esta década, más que NextGenerationEU.
Los próximos meses, aseguran los firmantes del documento “brindan una oportunidad incomparable para el debate público y un cambio de dirección significativo en la forma en que la UE funciona para los ciudadanos y las empresas. Los próximos informes de alto nivel sobre el mercado único y la competitividad, las elecciones europeas y el nuevo ciclo institucional de la UE ofrecen una oportunidad única para hacer del mercado único el buque insignia de la agenda estratégica de la UE”.