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En una ceremonia sin precedentes, José Joaquín Urbano Martínez se posesionó este jueves como nuevo magistrado de la Corte Suprema de Justicia. Lo inusual del evento radica en que, por primera vez, un magistrado de un alto tribunal asumió su cargo ante la corporación misma y no ante el presidente de la República, marcando un hito en la independencia judicial en Colombia.
La decisión de Urbano Martínez de solicitar su posesión ante la Sala Plena de la Corte Suprema responde a un cambio normativo avalado por la Corte Constitucional mediante la sentencia C-134 de 2023. Esta modificación declaró constitucional la reforma a la Ley 270 de 1996 (Estatutaria de la Administración de Justicia), la cual habilita que la toma de juramento de los magistrados pueda realizarse ante instancias diferentes a la Presidencia de la República.
Durante la ceremonia, el presidente de la Corte Suprema, magistrado Gerson Chaverra, destacó la trascendencia de este acto: “Dr. Urbano Martínez, su determinación pervivirá en la memoria de la justicia como un baluarte de esa importante misión institucional. Este acto de independencia, autonomía y dignidad responde a un contexto que no podemos ignorar. La primera posesión de un magistrado en nuestra casa de justicia constituye un acto de respeto hacia las instituciones que representamos y hacia la ciudadanía que confía en nosotros para defender sus derechos”.
Chaverra también subrayó que condicionar este acto exclusivamente al presidente de la República sería un golpe a la independencia judicial, poniendo en riesgo el equilibrio del modelo tripartito del Estado.
La ceremonia contó con la presencia de los más altos representantes del sistema judicial colombiano, incluyendo los presidentes y vicepresidentes de la Corte Constitucional, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura, la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). También asistieron la Fiscal general de la Nación, la Procuradora General, el Contralor General, el Registrador Nacional y otros altos funcionarios.
Además, el magistrado José Joaquín Urbano Martínez afirmó en su ceremonia de posesión que es “un altísimo honor llegar a formar parte de una Corte Suprema de Justicia que ha reencontrado su camino, que se esfuerza al máximo para reconciliarse consigo misma y con la historia”.
Y añadió: “Ya en este punto, solo me queda una alternativa: jugarme entero por esta causa, jugarme entero por esta toga. Y lo haré: con mis capacidades y con mis más profundas convicciones. Me esforzaré para aportarles a mis queridos compañeros y a mis queridas compañeras de magistratura un pequeño grano de arena en una difícil tarea: la promoción, en el máximo grado posible, de la aproximación a la verdad, la realización de la justicia y el respeto de los derechos de los distintos intervinientes en cada proceso”.
Finalmente afirmó que “dará todo de su parte “para aportar, en un entorno de profundo respeto y armonía, a la satisfacción de los anhelos de justicia penal de nuestra sociedad. Y lo haré con la aspiración de poder contribuir a la consolidación de esta Corte como un baluarte para la protección de los derechos fundamentales y de la democracia colombiana”.