Europa ya tiene la materia prima con la que elaborará la representación institucional, del Parlamento Europeo, primero y de la Comisión, posteriormente. Los ciudadanos han optado, por repetir fórmula y mantener al frente de la representación europea, para los próximos cinco años donde, un periodo en el que la sanidad, en general y el sector farmacéutico en particular, serán uno de los sectores sobre el que más transformaciones se esperan, al Partido Popular Europeo.
Desde las filas socialdemócratas ya se ha anunciado el apoyo a Ursula Von der Leyen para repetir mandado. La única condicioón, “que no pacte ni con Meloni, ni con Le Pen”; los dos partidos de ultraderecha claros vencedores en Francia y en Italia. En justa correspondencia, la candidata alemana, también ha dado su respuesta: tiende la mano a socialistas y liberales para conformar una mayoría legislativa para el nuevo mandato comunitario (401 escaños sumando todas las fuerzas).
La conservadora alemana asegura que “hemos trabajado juntos los últimos cinco años con una relación que ha probado ser constructiva”, igualmente aseguró que confía en conseguir la nominación de los jefes de Estado y de Gobierno, que son los encargados de consensuar una candidatura a la presidencia de la Comisión Europea, que después tiene que respaldar la Eurocámara por al menos la mitad de los 720 escaños.
Según los primeros datos ofrecidos por el Parlamento Europeo, el PPE tendrá 186 escaños , 53 más que el grupo de los socialdemócratas, que aunque suben en votos pierden nueve escaños y se quedan en 135. Esta lectura se basa en las alienaciones políticas y grupos surgidos del anterior periodo. En el mandato que ahora comienza habrá que esperar a las conformaciones políticas, que acaben aliándose, que podrían dar lugar a nuevas relaciones de mayorías en función de la estrategia de los partidos nacionales. Medio centenar de diputados pertenecen a partidos sin filiación europea y se podrán mover entre los grupos, o bien quedar en los denominados No Inscritos.
Los liberales siguen siendo la tercera fuerza, si bien han sufrido la pérdida de una veintena de representantes, y siguen situándose por delante de los conservadores que logran 70 diputados. En la cola del grupo quedan los ecologistas, grandes perdedores del proceso electoral que quedan con 53.
Por países, los populares se han impuesto en España, Alemania, Bulgaria, Chipre, Grecia y Croacia, claramente. Otro de los protagonistas de la noche ha sido el avance de la ultraderecha. Especialmente en Austria, donde logran un triunfo histórico y en Francia, donde el presidente Macron ha convocado elecciones nacionales tras los resultados.
En el resto de países, Dinamarca se mantiene con los liberales, Holanda tiene un empate técnico entre liberales y ultraderecha, en Portugal hay empate entre populares y socialista, lo mismo que en Suecia. En Italia, el triunfo ha ido a manos Hermanos de Italia, de la actual ministra Giorgia Meloni. Otro país que también da un giro a la derecha es Bélgica, con cese incluido del actual primer ministro Alexander de Groo.
En el plano nacional, en líneas generales, España ha tenido un comportamiento similar al de Europea, con triunfo del PP con un 34,19% de los votos y 22 escaños; dos menos que el PSOE (30% de los votos). En tercera posición queda Vox, que tendrá seis diputados. A más distancia se sitúan Ahora Républicas (la coalición nacionalista de izquierdas), con tres, los mismos que Sumar y el partido de nuevo cuño ‘Se acabó la fiesta’. Logran también representación, Podemos (2), Junts (1) y Coalición por una Europa Solidaria.
Futuro sanitario
Los cambios y cifras entre los grupos y formaciones que ha deparado el proceso electoral no cambia, salvo en la ampliación del radio de los populares, el dibujo del hemiciclo europeo en sus grandes mayorías. Por ello resulta probable que las grandes líneas sanitarias no manifiesten grandes cambios con respecto a la situación que deparó el anterior mandato. Ursula Von der Leyen volverá a optar y seguramente a obtener, la presidencia de la Comisión Europea. Quedan aún varios meses para saber si en su grupo de comisarios existirá uno dedicado exclusivamente a la Salud, algo que ha sido demandado desde gran parte del sector incluido el CGCOF, o si desde el nuevo Ejecutivo que se elija en una segunda fase tras la conformación del parlamento, habrá espacio para ese mayor hueco que demanda la farmacia comunitaria y que en todo caso, deberá ser matizado y adaptado a las necesidades y modelos de los estados miembros.
Donde tampoco cabe esperar muchos cambios es en el ritmo de las negociaciones para poner en marcha los elementos claves del nuevo proyecto transformador de la salud europea, cuyo andamiaje normativo se ha ido construyendo en el tramo final de la legislatura que ahora termina y que ahora tiene el reto de desarrollar en políticas concretas.
Espacio Europeo de Datos Sanitarios, reforma farmacéutica, estrategias frente a los desabastecimientos y medicamentos críticos, refuerzo de la competitividad, son algunos de los temas clave que encabezan la lista de la agenda sanitaria de la UE y que tienen el compromiso de desarrollarse durante los próximos cinco años.
La denominada ‘Unión Europea de la Salud’, en la que, además se espera una mayor participación de agentes sanitarios tanto, desde la industria farmacéutica, que sigue abogando por una aplicación ‘cautelosa’ del denominado ‘paquete legislativo’ y las entidades de representación de los pacientes, que reclaman que la agenda sanitaria entre con nombre propio en la agenda política europea, son algunas de las cuestiones clave sanitarias.
Junto a ello, el refuerzo de la competitividad, el liderazgo en producción e investigación, el refuerzo de las políticas de respuesta ante pandemias y escasez de fármacos; el desarrollo del Espacio Europeo de Datos Sanitarios, el papel de la EMA y el abordaje de una Europa común partiendo de modelos nacional que, si no antagónicos, sí al menos son muy diferentes, son los retos que ya tiene el nuevo mandando encima de la mesa, cuya relación de fuerzas comienza desde este lunes a gestarse.