España gusta a los inversores mexicanos. Lo dicen los datos: en 2023, nuestro país recibió una lluvia de 2.835 millones de euros de capitales latinos, de los cuales, casi la mitad, 1.400 millones, tuvieron orígenes fondos del país azteca, según fuentes del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex). El furor por nuestro país, vitaminado por el olor del ladrillo de lujo y la restauración, ha generado un negocio colateral muy jugoso: el de los abogados que asesoran a los grandes capitales mexicanos en sus primeros pasos en tierras españolas.
Porque mover una inversión de uno al otro lado del Atlántico no es fácil: plantea mil aristas legales y una vorágine de papeleo. En estas arenas movedizas los asesores legales han visto la oportunidad de prosperar, lo que se ha traducido en el florecer de boutiques, despachos y firmas especializadas en la internacionalización de empresas latinas.
Para muestra, un botón: no solo hay bufetes españoles que, en los últimos meses, se han decidido a abrir su primera sede en México – el ejemplo más claro es Pérez-Llorca –; sino que también un número notable de bufetes mexicanos han venido a España para ofrecer asesoramiento sobre el terreno. Su objetivo: servir de nexo a uno y otro lado del Atlántico para aquellos que quieran utilizar nuestro país como trampolín para meter cuello en Europa. Chevez Ruiz Zamarripa; Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez; o la boutique regulatoria Ríos Ferrer, especializada en fiscal, son ejemplos de bufetes aztecas que en los últimos años han comenzado aquí su andadura.
Renovables y tecnología son los sectores con oportunidades. Los expertos valoran de forma muy optimista el cauce de los lazos entre los dos países
El mexicano Creel, García-Cuéllar, Aiza y Enríquez acaba de abrir oficina, sumándose a otras firmas de reciente implantación
“Madrid es el nuevo Miami”, asegura Ángela de Miguel, presidenta de la Asociación Empresarial México-España y letrada del bufete Negotia Abogados, quien constata la buena fama del país para hacer negocios, en especial, en el ámbito inmobiliario. “El asesoramiento legal a capitales latinoamericanos se ha convertido en un sector de rápido crecimiento y atrae cada vez a más firmas en España”, analiza la experta. El flujo de dinero no solo tiene como destino la capital española, donde los inversores muestran apetito en el sector inmobiliario, en concreto en la compra y reforma de inmuebles de lujo, hoteles y restauración; los analistas también reparan en que el dinero mexicano encuentra acomodo en Barcelona (en el sector financiero y tecnológico), en Málaga (donde empujan el inmobiliario, el tecnológico y el turístico), además de en Mallorca y en Valencia. Más allá del negocio del ladrillo, los expertos consultados destacan el apetito por la restauración, un foco de inversión en auge.
Pere Pons, socio y director de Chevez Ruiz Zamarripa en España, señala que las grandes fortunas suelen enfocarse en “inversiones diversificadas que aseguren estabilidad y rentabilidad a largo plazo”. En España miran principalmente el sector inmobiliario de lujo, activos hoteleros, infraestructuras y energías renovables, enumera, sin desdeñar inversiones en empresas innovadoras como “startups tecnológicas y proyectos de economía verde”. Además, “existe un interés creciente por los activos financieros y fondos de inversión cotizados en bolsa” con una fiscalidad favorable, apunta Pons.
“La fortaleza del peso mexicano ha determinado un incremento del flujo de inversiones relevantes procedentes de México con destino a Europa y especialmente a España, tanto en términos absolutos como relativos”, confirma Daniel Aroca, socio de Auren Legal España, la primera firma española que abrió un desk en México en 2005 (ahora cuenta con ocho oficinas en el país del mezcal). Después llegaron Garrigues, Cuatrecasas, Ontier y Ecija.
Los inversores mexicanos vienen con patrimonio y planes a largo plazo bajo el brazo. Algunos no solo eligen España para abrir sucursales o para comprar una segunda residencia, sino que, además, se decantan por nuestro país como su nuevo hogar. Desde 2022, la Ley de Memoria Democrática, también conocida como ley de nietos, permite a ciudadanos de países latinos adquirir el pasaporte español si demuestran ser descendientes de españoles que huyeron del franquismo o de la Guerra Civil.
Los abogados constatan que uno de los principales focos de dudas legales de estos clientes son temas relacionados “con la posibilidad de adquirir la residencia”, remarca David del Valle, socio de Auren México. Conseguir la ansiada golden visa, el permiso especial para residir que se concede a extranjeros que quieran comprar un inmueble de más de medio millón (sin tener en cuenta cargas ni hipotecas), antes de que el Ejecutivo la elimine de forma definitiva (como anunció a principio de año), es otro foco de consultas. Los clientes tienen dudas sobre “cuáles son los requisitos y si los cumplen” y si “sigue vigente”, remarca Del Valle.
Precisamente, el anuncio del cierre de este camino VIP para grandes rentas con destino España ha provocado cierto terremoto entre los inversores aztecas, entre los que reinan las dudas. “La decisión del Gobierno español de eliminar la golden visa ha tenido impacto en México”, traslada Héctor Guzmán Rodríguez, socio de BGBG, firma mexicana con sede en Madrid. “Los interesados se dividieron en dos grupos: por un lado, los que han acelerado su decisión para iniciar los trámites antes de que esta desaparezca”; pero, por el otro, están aquellos “que desconfían” de que la medida salga adelante y prefieren ser cautos. Si bien Guzmán Rodríguez aclara que “cualquier trámite será conducido bajo la normativa vigente en el momento de ser iniciado”. La ley está en trámite, pero, dado que no hay certeza sobre cuándo entrará en vigor la eliminación de esta visa, el experto Pere Pons es de los que recomienda a sus clientes “acelerar todos los procesos en curso o pendientes de iniciación”.
Dudas fiscales
El fiscal es uno de los meollos que más preocupa antes de cruzar el charco. Es común que los empresarios mexicanos pregunten si aterrizar en España implica adquirir la condición de residencia fiscal, un asunto que no es baladí para su cuenta de resultados. “Muchas decisiones empresariales y personales dependen de la factura fiscal en el país de destino, esto es innegable”, confirma Pere Pons. El abogado subraya que es fundamental hacer un traje a medida del cliente, según su situación patrimonial y sus fuentes de ingresos.
Evitar la temida doble imposición inquieta. “La principal duda antes de aterrizar en España es cómo funciona el tema fiscal. Muchos se preocupan porque tienen su residencia y negocios en su país natal, y quieren saber qué obligaciones fiscales tendrán en el caso de que realicen una inversión en España”, señala Nika Kalifatidou, abogada del bufete internacional T. K. & Partners, una red de firmas especializadas en la internacionacionalización de capitales. Se trata de un paso vital, pues una cosa es “trasladar todos los negocios y mudarse con la familia” y otra distinta abrir una sucursal en España o simplemente comprar una segunda vivienda.
En lo personal, añade Pons, “las grandes fortunas mexicanas llevan varios años mostrando interés por cambiar su residencia fiscal consecuencia de condiciones políticas y de seguridad adversas en su país de origen”. Estas mudanzas suelen conllevar el traslado de bienes de lujo diversos (coches, yates, obras de arte…), que requieren de un “asesoramiento legal y fiscal independiente” según sea su naturaleza.
“La optimización fiscal es, sin duda, una de las principales preocupaciones de los grandes capitales mexicanos”, coincide Ángela De Miguel. La idea es aprovechar los convenios entre México y España, evitar la doble imposición y explotar los beneficios fiscales disponibles en ciertos sectores o las ventajas de la Ley Beckham.
Para Aroca, las dudas más habituales son las relacionadas con “cómo lograr una estructura que permita optimizar el impacto fiscal en la gestión de participaciones sociales y en las inversiones inmobiliarias”; y también “la repatriación de posibles dividendos”.
“Hay dudas sobre si la obtención del permiso de residencia implica ostentar la condición de residente fiscal”, apunta Daniel Aroca, de Auren. En cualquier caso, la ley española es clara: a ojos de Hacienda es residente una persona que vive 183 días en territorio español; si bien, el conteo de estos días puede ser conflictivo, como ocurrió en el sonado caso Shakira.
La yinkana de traerse el Ferrari a Madrid
Impuestos. La fiscalidad asociada a la compra o el uso de vehículos en España es compleja. Entran en juego impuestos específicos como el de matriculación y el impuesto a la circulación. En el caso de que el vehículo proceda del extranjero hay que añadir los aranceles a la importación.
Importación. La entrada en territorio español de un bien desde un país que no forme parte del territorio aduanero de la Unión Europea constituye una importación, explican Miguel Bastida, socio del área de fiscal, y Paloma Aurrecoechea, asociada sénior de Chevez Ruiz Zamarripa en España. Dicha importación está sujeta al arancel aduanero común que puede ascender hasta un 3% del valor declarado en aduana. Además, habrá que liquidar el IVA que, en el caso de vehículos, es del 21% del valor en aduana.
Exenciones. La importación de vehículos destinados a uso privado está exenta de los aranceles aduaneros e IVA siempre que se cumplan determinados requisitos (entre ellos, que se hayan adquirido antes de los 6 meses previos al cambio de residencia). Asimismo, hay una exención al pago del impuesto de matriculación por cambio de residencia sujeta a condiciones.