Los trabajadores ya no tendrán la obligación de ser ellos quienes entreguen el parte de baja médica a su empresa, ya que desde este sábado 1 de abril, este trámite pasará a hacerlo directamente la propia Administración. La medida, que fue aprobada por el Consejo de Ministros a finales de diciembre mediante un real decreto, afectará a todos los procesos de incapacidad temporal que se encuentren en curso siempre que no hayan superado los 365 días de duración.
Tal y como recuerda Europa Press, la norma establece que, en lo que respecta a los partes médicos de altas y bajas, sólo se entregará una copia al trabajador, eliminando tanto la segunda copia como la obligación del trabajador de entregar esta copia en la empresa, entidad gestora o mutua.
Será la Administración la que, por medios telemáticos, comunique a las empresas la expedición de los partes médicos de sus trabajadores, evitando así trámites que pueden resultar “gravosos” para personas que están en situación de incapacidad temporal.
Con el modus operandi tradicional, el médico entregaba al trabajador, además del parte médico, una copia en papel de los partes médicos de baja, confirmación y alta médica para que la presente, en un plazo determinado, en la empresa, la cual, a su vez, ha de cumplimentar ciertos datos requeridos en los mismos y remitirlos a la entidad gestora.
De este modo, a partir de mañana, el facultativo que expida el parte médico de baja, confirmación o alta entregará a una copia al trabajador, pero será el servicio público de salud o, en su caso, la mutua o la empresa colaboradora la que remita los datos contenidos en los partes médicos de baja, confirmación y alta al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) por vía telemática. Tendrá que hacerlo de manera inmediata, y, en todo caso, en el primer día hábil siguiente al de su expedición.
A su vez, el INSS comunicará a las empresas los datos identificativos de carácter meramente administrativo relativos a los partes médicos de baja, confirmación y alta emitidos por los facultativos del servicio público de salud o de la mutua, referidos a sus trabajadores, “como máximo en el primer día hábil siguiente al de su recepción en dicho Instituto”.
Por su parte, las empresas tendrán la obligación de transmitir al INSS, a través del sistema de Remisión Electrónica de Datos (RED), con carácter inmediato y, en todo caso, en el plazo máximo de tres días hábiles contados a partir de la recepción de la comunicación de la baja médica, los datos que se determinen mediante orden ministerial. El incumplimiento de la citada obligación podrá constituir, en su caso, una infracción leve de las contempladas en la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), sancionada, en este caso, con multa de 70 a 750 euros.
Dudas de los expertos
La medida ha levantado algunas suspicacias por el diseño del nuevo procedimiento. Así, en declaraciones a Servimedia, el presidente de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH), Jesús Torres, mostró su deseo de que el cambio funcione correctamente, pero trasladó sus dudas, ya que la Seguridad Social arrastra un déficit de unas 10.000 personas en su plantilla.
Además, explicó que hay muchas pymes en España que la gestión de las bajas y otras cuestiones similares las tienen externalizadas en consultorías y gestorías. “No sé si la Seguridad Social va a ser capaz de identificar a estos asesores externos a la hora de enviar los partes de baja. Es una duda razonable”, ahondó Torres.
Asimismo, señaló que está “detectando” “una actividad legislativa que impacta en la gestión del absentismo laboral en las empresas”. Al respecto, criticó que se metiera de “rondón” en la reforma de pensiones un apartado por el que las mutuas solo podrán hacer una vez la propuesta de alta del empleado en situación de baja médica. “Esto repercutirá en el control en los casos de absentismo”, advirtió el responsable de la AEDRH.
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