En el actual entorno digital, la frontera entre la vida laboral y personal se vuelve difusa, lo que plantea nuevos desafíos en el ámbito del derecho del trabajo. Un caso acaecido en Perú, ha puesto sobre la mesa una cuestión muy poco considerada en los convenios colectivos y políticas internas empresariales: ¿se considera hostilidad laboral si el empresario solicita al trabajador la entrega de las herramientas de trabajo durante el periodo de vacaciones para garantizar su desconexión digital?
La Sala Laboral de Lima en el Expediente N° 9144-2021, concluyó que el requerimiento de una empresa a una trabajadora para que entregara las herramientas de trabajo proporcionadas, como el móvil y el ordenador, no calificaba como un acto de hostilidad laboral. La empresa argumentó que la solicitud tenía como objetivo garantizar el descanso físico y mental de la trabajadora durante sus vacaciones, en aplicación del Decreto de Urgencia N° 127-2020. Este fallo, abre una reflexión sobre cómo se percibe la desconexión digital y las implicaciones que tiene en la legislación y prácticas empresariales en otros países.
En nuestro país como en otros del entorno europeo, el derecho a la desconexión digital en el trabajo resulta esencial para garantizar el descanso y la salud del trabajador. Se regula en el artículo 88 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales, por el cual, se pretende proteger la intimidad y salud del trabajador, permitiéndole desconectar de las obligaciones laborales y disfrutar de su tiempo de descanso.
En este punto, solicitar al trabajador la entrega de herramientas de trabajo, como el móvil y el ordenador, durante sus vacaciones, puede interpretarse como una medida para asegurar su desconexión digital y, por tanto, su derecho al descanso. Esta práctica, que podría ampliarse igualmente en casos de excedencias o situaciones de incapacidad temporal, en un primer momento podría parecer intrusiva, pero tiene en realidad un objetivo protector: evitar que el trabajador se sienta obligado o tentado a responder a comunicaciones laborales durante su periodo de descanso.
Es importante diferenciar esta práctica de la hostilidad laboral, que implica acciones del empresario destinadas a perjudicar al trabajador, como el acoso o la negativa a asignarle tareas (falta de ocupación efectiva). En este caso, la solicitud de entrega de herramientas de trabajo no busca sancionar ni discriminar al trabajador, sino proteger su integridad física y mental.
En muchos protocolos internos y convenios colectivos en España, el derecho laboral aún no se contempla de manera explícita. Sin embargo, la creciente digitalización del trabajo y la prevalencia del teletrabajo hacen que esta necesidad sea cada vez más urgente. La inclusión de cláusulas específicas sobre la desconexión digital en los convenios colectivos podría ayudar a clarificar las obligaciones y derechos tanto de empresarios como de trabajadores, promoviendo un entorno laboral más saludable y equilibrado.
Garantizar la desconexión digital durante las vacaciones no es solo una cuestión de cumplimiento legal, sino también de salud integral del trabajador. La exposición constante a comunicaciones laborales puede llevar al agotamiento, a la fatiga informática, al estrés y otras afecciones mentales y físicas. Al solicitar la entrega de herramientas de trabajo, los empresarios buscan garantizar que el trabajador pueda disfrutar plenamente de su tiempo de descanso, lo que a su vez mejora su bienestar y rendimiento a largo plazo.
La medida adoptada por la empresa en Lima puede considerarse un enfoque innovador que promueve un ambiente de trabajo saludable. En España, aplicar un enfoque similar podría tener beneficios significativos, no solo para los trabajadores, sino también para las empresas. Un trabajador que puede desconectar adecuadamente durante sus vacaciones regresa al trabajo más descansado y con una mayor capacidad para enfrentar los desafíos laborales.
Tanto los empresarios como los trabajadores con cargos de responsabilidad, han de ser conscientes de la necesidad de respetar los periodos de desconexión digital. Las culturas empresariales que tienden a valorar la disponibilidad constante y la respuesta inmediata de sus trabajadores, deben evaluar con urgencia los riesgos psicosociales en aras de que la seguridad y salud de los trabajadores quede intacta.
Los empresarios deben fomentar prácticas que respeten los derechos de sus trabajadores a la desconexión digital, implementando políticas claras y efectivas que aseguren que los trabajadores puedan disfrutar de sus vacaciones sin interrupciones laborales. Esto no solo es beneficioso para la salud del trabajador, sino que también contribuye a un mejor rendimiento y productividad a largo plazo.
El caso de Lima ofrece un ejemplo práctico sobre la importancia de la desconexión digital y cómo las medidas adoptadas para garantizarla no deben considerarse hostiles. Pese a que en España se reconoce el derecho en la normativa, su efectividad depende de la posición activa de las empresas a la hora de implementar políticas prácticas. Al final, garantizar la desconexión digital no solo protege la salud del trabajador, sino que también promueve un ambiente laboral más saludable y sostenible.
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