Ana María Navarrete Frías, Senior Manager de Contratación de Accenture y reconocida en The Legal 500, habla de este tema
Ana María Navarrete Frías, Legal Lead Colombia, ha sido reconocida en The Legal 500 por su desempeño en la industria jurídica. Ella es abogada y Magíster en Derecho Administrativo de la Universidad del Rosario, en la que fue también profesora.
Ha trabajado en Posse Herrera Ruiz, Selfinver Banca de Inversión, Ministerio de Relaciones Exteriores, Grupo Intertug, Durán & Osorio Abogados y Garrigues. Ahora es Senior Manager de Contratación de Accenture.
Desde allí ha desempeñado un papel fundamental sobre el rol de las mujeres en la industria jurídica de la tecnología, destacando los desafíos superados y otros temas más. Sobre este tema habló con Asuntos Legales.
¿Cómo ve el papel de la mujer en el ámbito jurídico de la tecnología?
El papel de la mujer en el ámbito jurídico de la tecnología es esencial y ejerce una influencia significativa. A medida que la tecnología sigue desempeñando un papel central en nuestras vidas, las cuestiones legales relacionadas con la innovación, la privacidad, la ciberseguridad, la inteligencia artificial y otros aspectos tecnológicos se tornan cada vez más complejos.
A pesar de los avances logrados, persisten desafíos para garantizar una representación equitativa en roles clave de la industria tecnológica y en el ámbito legal correspondiente. Si bien la meta de Accenture Colombia a 2025 es lograr un equilibrio de género 50/50, el equipo jurídico interno que atiende Colombia ya ha logrado superar esta meta y actualmente está compuesto mayoritariamente por mujeres.
Fomentar la participación femenina en roles jurídicos vinculados a la tecnología contribuye a alcanzar la equidad de género en un sector históricamente dominado por hombres. Las mujeres deben desempeñar un papel activo en la toma de decisiones y la formulación de políticas, asegurando que las regulaciones reflejen verdaderamente la diversidad de perspectivas y necesidades en nuestra sociedad.
¿Cuál cree que ha sido el aporte más importante de la tecnología al mundo jurídico y en qué faltaría por avanzar?
El aporte más significativo de la tecnología al mundo jurídico ha sido, sin duda, la transformación de los procesos legales mediante la implementación de herramientas tecnológicas que han facilitado el acceso de las mujeres a la administración de justicia y a conocer sus derechos.
Asimismo, estas innovaciones han simplificado y optimizado diversas facetas de la práctica legal, desde la gestión de información y atención a clientes, hasta el seguimiento de casos y procesos judiciales. La incorporación de la tecnología ha permitido una mayor eficiencia en el control del tiempo, la facturación y, en general, en la administración de tareas cotidianas y seguimiento a los niveles de servicio en el soporte legal que brindan estas áreas.
No obstante, a pesar de los avances notables, es innegable que aún queda un largo camino por recorrer hacia una integración total de la tecnología en el ámbito legal. La innovación continua y la adaptación a las cambiantes demandas del mercado son imperativas para seguir mejorando. En el futuro, se anticipan mejoras significativas, especialmente en áreas como la aplicación de inteligencia artificial para la toma de decisiones legales, fortalecimiento de la seguridad cibernética para preservar la confidencialidad de la información, y la constante mejora de la interoperabilidad entre diversas plataformas legales.
En términos de juicios de valor de los jueces, ¿qué aporta un juez hombre o una jueza mujer?
Es crucial destacar que la calidad de los juicios de valor emitidos por un juez no debe estar ligada exclusivamente a su género, sino a la integridad, conocimientos legales y habilidades analíticas que posee. La diversidad en el sistema judicial, incluyendo la representación de género, puede enriquecer las discusiones y decisiones al aportar distintas perspectivas y experiencias de vida.
Sin embargo, es importante recordar que la igualdad de género no significa asumir que hombres y mujeres juzgarán de manera inherente diferente; más bien, se trata de reconocer y valorar la diversidad de habilidades y enfoques individuales dentro del marco de la justicia.
En este contexto, creo que se debe optar por un enfoque que promueva la imparcialidad y la objetividad en la toma de decisiones judiciales. La equidad de género debe ser entendida como un componente integral de un sistema legal justo, donde cada individuo, independientemente de su género, tiene la responsabilidad de aplicar la ley de manera justa y coherente.
El respeto por los derechos fundamentales y la aplicación de la ley deben ser la base de cualquier sistema judicial que aspire a la equidad y la justicia.
¿Cómo cree que las mujeres aportan a este campo desde el mundo de la innovación?
La inclusión activa de mujeres en procesos de innovación con lleva beneficios tanto para la sociedad en general como para las empresas y las instituciones. Las mujeres somos agentes creativos y a menudo aportamos un pensamiento innovador en la resolución de problemas.
Este enfoque puede impulsar nuevas ideas en el ámbito jurídico y tecnológico, pues al ser defensoras activas de la inclusión y la diversidad en el entorno laboral, podemos conducir a equipos más diversos y colaborativos, fortaleciendo la cultura del trabajo en equipo y facilitando la resolución asertiva de los conflictos, lo que, a su vez, fomenta la innovación.
¿En el derecho, usted cree que la equidad de género es buena?, ¿en qué faltaría por avanzar?
Considero que la equidad de género es buena e importante en el ámbito legal y en la sociedad en general. Para Accenture la equidad de género, como la inclusión y la diversidad, son un poderoso multiplicador de innovación y crecimiento.
A través de la creación de políticas públicas y corporativas de equidad de género, se generan culturas laborales de empoderamiento y participación de las mujeres en diferentes escenarios jurídicos que tienen impacto transversal en la sociedad, ya sean las operadoras judiciales, abogadas de firmas o in-house.
A pesar de los avances significativos, todavía hay áreas en las que se puede mejorar cuando hablamos de equidad de género. Por ejemplo, garantizar el acceso a la tecnología a las mujeres en todo el territorio nacional, brindar capacitaciones en materia de derecho y acceso a la administración de justicia a las mujeres, así como incrementar la representación equitativa de mujeres en puestos de liderazgo en el ámbito legal y fomentar y apoyar su ascenso a roles directivos.