Diputados de Chile solicitan que se efectúen cambios administrativos para que el calor extremo tenga condición de riesgo laboral.
En la resolución se expresa la necesidad de minimizar los riesgos que las temperaturas extremas provocan durante las jornadas laborales.
Claudia Narocki, autora de “Los episodios de altas temperaturas como riesgo laboral, Su impacto en la salud, la seguridad y el bienestar de la población trabajadora y en las desigualdades sociales”, manifiesta que “El calor es un riesgo laboral perfectamente reconocido, especialmente respecto a ciertos puestos de trabajo como las industrias que generan calor, las actividades como la agricultura y la construcción que se desarrollan al aire libre bajo la radiación solar, y para aquellas tareas que implican esfuerzo físico o el uso de equipos de protección individual. Pero en las últimas décadas, especialmente desde principios del siglo XXI, los episodios de altas temperaturas y los fenómenos de calor extremo están creando nuevos retos para la salud, la seguridad y el bienestar de las y los trabajadores. En la actualidad resulta claro que los episodios de temperaturas estivales muy elevadas y las olas de calor han dejado de ser acontecimientos raros. Por el contrario, estos son cada vez más frecuentes, más intensos y más prolongados. En términos generales, un episodio de altas temperaturas se refiere a condiciones calurosas que superan la normalidad climatológica local. Hoy en día son una realidad que afecta tanto a las regiones en las que los veranos son generalmente calurosos como a aquellas en las que los veranos son típicamente más frescos, incluso en altas latitudes.”
Realizar cambios administrativos para que el calor extremo tenga condición de riesgo laboral. Esa es la finalidad de la resolución 972, aprobada por la Sala de la Cámara, por 109 votos a favor, 16 en contra y 10 abstenciones.
Según se resalta, la ciencia señala que las oleadas de calor serán cada vez más frecuentes en nuestra época, dada la crisis climática existente.
En tal contexto, se estima necesario que, desde la política, se haga todo lo posible por mejorar la vida de la gente. Así, se aspira a que nuestra normativa se actualice y tenga en cuenta medidas que nos permitan adaptarnos y mitigar las consecuencias del cambio climático y el calor extremo.
El texto recuerda que, actualmente, la Ley 16.744 regula la prevención de riesgos laborales. Sin embargo, no hace mención específica al calor como riesgo laboral. Más bien, acota el documento, el referido cuerpo legal habilita la generación de normas en esa dirección al Servicio Nacional de Salud y dictámenes de la Dirección del Trabajo.
Por lo anterior, se estima necesario minimizar los riesgos que las temperaturas extremas provocan durante las jornadas laborales. Esto, en línea con las reivindicaciones sindicales y las recomendaciones de varias voces expertas en salud laboral.
La resolución la firman las y los independientes Camila Musante, Jaime Araya, Mónica Arce, Carlos Bianchi, Marta González y Cristián Tapia. También la suscriben, del PPD, Carolina Marzán, Helia Molina y Raúl Soto .