El último lanzamiento de tokens de oro minoristas de HSBC pone de manifiesto la creciente adopción de la tokenización de activos monetarios, una práctica que está pasando de la fase de adopción temprana al uso generalizado.
No obstante, persisten desafíos en garantizar la estandarización y una integración más amplia.
La tokenización de activos aprovecha la tecnología blockchain para representar la propiedad de activos del mundo real (bienes raíces, arte, acciones, etc.) como tokens digitales negociables. Estos tokens funcionan como certificados de propiedad digital, permitiendo la propiedad fraccionada. Por lo tanto, amplía la base de inversores y aumenta la actividad comercial, mejorando así la liquidez en estos mercados.
Una limitación crucial de muchas plataformas de tokenización actuales es su alcance limitado, según Ralf Kubli, miembro de la junta directiva de la Asociación Casper.
Explicó que las plataformas de tokenización priorizan la digitalización del activo subyacente en sí mismo, descuidando la representación de las responsabilidades y flujos de efectivo asociados. En consecuencia, se crea un token respaldado por un activo y se vincula a una cadena de bloques, con un documento PDF separado que contiene los términos y condiciones.
Superando la brecha de transparencia de la tokenización con Contratos Financieros Inteligentes
No obstante, la dependencia de cálculos manuales de flujos de efectivo niega la eficiencia y automatización que la tokenización promete. Esta falta de transparencia y verificabilidad en torno a los flujos de efectivo presenta un riesgo considerable, eco de una vulnerabilidad crítica expuesta durante la crisis financiera de 2008.
“Los proyectos actuales no definen los flujos de efectivo del instrumento financiero subyacente en un término de hoja de cálculo legible por máquina y ejecutable por máquina,” Hubli dijo a Cryptonews el jueves.
“No hacerlo significa que todavía tenemos los mismos riesgos que han aquejado a la industria financiera durante años. Especialmente los esfuerzos de fuerza bruta requeridos en torno a la conciliación.”
El Rol de los Contratos Inteligentes en la Tokenización
Kubli propone una solución clara: garantizar que todos los flujos de efectivo estén definidos algorítmica y determinísticamente dentro de estos activos.
Esto requiere el desarrollo de “contratos financieros inteligentes.” Estos contratos no solo codificarían información sobre el activo tokenizado, sino que también definirían explícitamente todas las obligaciones de pago de las partes involucradas. Al hacerlo, definirían de manera integral tanto los aspectos del activo como de la responsabilidad del instrumento financiero.
“Afortunadamente, tenemos un estándar disponible. Establecido en el contexto de la crisis financiera de 2008, la Fundación de Investigación de Estándares Unificados de Tipos de Contratos Algorítmicos (ACTUS) se formó para ayudar a aclarar los patrones de flujos de efectivo de instrumentos financieros basados en la colateralización,” dijo.
“Ahora, han creado e implementado un estándar de código abierto que cualquier empresa podría utilizar.”
La adopción de definiciones de flujos de efectivo estandarizadas dentro de activos tokenizados, como aboga Kubli, ofrecería a las instituciones financieras información en tiempo real sobre sus activos y obligaciones. Esta mayor transparencia podría mitigar significativamente el riesgo de una futura crisis que refleje los eventos de 2008.