Andersen pisa el acelerador. El bufete crece y cada vez lo hace más rápido. La filial española de la firma de abogados estadounidense, que lidera en solitario José Vicente Morote desde enero, ha registrado unos ingresos de 47,2 millones de euros en 2023, lo que arroja un notable crecimiento del 23,23 % respecto al ejercicio anterior (38M). El despacho apuntala así su meteórico crecimiento en volumen de ingresos si se analizan sus resultados desde el 2021. El dato de facturación supone una mejora en cinco puntos respecto al estirón registrado en 2022, que fue del 17,9%. A nivel península, Andersen Iberia consiguió romper la barrera de los 50M al sumar la facturación de Lisboa. En los últimos tres años, “el despacho [a nivel ibérico] ha duplicado ampliamente la facturación con un aumento del 123,5%”, presumen fuentes del bufete.
“Tenemos una idea de crecimiento muy clara”, valora Marote. “El objetivo no es parar al llegar a los 50 millones sino seguir creciendo. A nivel península, nuestra intención es crecer entre un 25 y un 30% este año”, señala el socio director. Los datos no engloban lo números de Daya Abogados, firma que se sumó a las filas de Andersen a finales de año para reforzar el área de fiscal.
Buscar el equilibrio
En términos de negocio, la dirección de la firma apuesta por “un crecimiento sostenible, en el que el peso del despacho está equilibrado y el crossselling de más del 30% entre los departamentos demuestra la alta especialización y la gran confianza entre los equipos”. Por departamentos, mercantil se consolida como el área crucero de Andersen al copar un 26% del total de lo ingresado. Le siguen de cerca procesal (19%), fiscal (18%) y público (16%), y más lejos, laboral y cultura (un 6%), inmobiliario (5) y económico y legaltech (un 2).
A nivel geográfico, el bufete presume de que, hasta la fecha, todas sus sedes “son rentables”; si bien Madrid acaparó el 58% de la facturación. No obstante, su intención no es centrarse en la capital, explican, sino más bien apostar por la “diversificación” en otras sedes como estrategia para ganar en “sostenibilidad y estabilidad”.
Andersen cuenta con oficinas en Valencia, sede que aportó el 23% del total de lo facturado, y donde para 2024 planean crecer un 15% en ingresos con vistas a apuntalar su posición como “primer despacho de la región”; seguido de Sevilla (que aporta el 6% de ingresos), Barcelona (el 5%) y la sede más joven, Málaga (que aporta un 2%). “Nuestra idea es abrir antes de que acaba el año una nueva sede en Bilbao”, señala José Vicente, lo que cerraría el círculo de expansión geográfica del bufete. “No queremos centralizar el despacho en Madrid. Es compatible tener un despacho especializado y de máxima calidad en la capital y tener también prácticas en otras ciudades representativas de España y Portugal”, remarca el jurista. Esta estrategia, asegura, les diferencia de otros despachos “que se tratan de concentrar en Madrid” y “en fiscal y en mercantil”.
De cara al este año, el bufete tampoco piensa desacelerar en el ritmo de fichajes. De 2022 a 2023, la casa aumentó su musculo laboral en un 24%, pasando de 62 socios y 294 profesionales a 74 socios y 353 profesionales. El plan es no parar. “Seguiremos incorporando gente durante el año”, anticipa el líder del despacho. “Tratamos de ser muy críticos y estamos dándole una vuelta constantemente al despacho. Siempre miramos arriba”. A nivel de rentabilidad, el socio director valora los frutos del “área de fiscal”, nicho donde han apostado en los últimos meses y que, según sus previsiones, en el año que cursa “dará buenos resultados”. La meta pasa por “alcanzar operaciones más voluminosas de M&A”, es decir, atraer más calidad y valor de las operaciones y no tanto cantidad.
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