El Informe sobre Indicadores de acceso a terapias innovadoras en Europa, más conocido como Informe WAIT, suele ser utilizado como argumento para indicar que a España aún le quedan etapas por recorrer para alcanzar al resto de los países de su entorno. Según los datos de 2023, dados a conocer en junio de este año, solamente el 62% de los medicamentos autorizados en Europa está disponible en España y además su llegada acumula 22 meses de retraso.
Sin embargo, y sin negar esta evidencia, en un reciente encuentro organizado por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) en Santander diversos expertos han planteado que las conclusiones de este trabajo no reflejan la situación completa, ya que solamente ofrecen “una parte del escenario”.
Flora Pérez, jefa de servicio de Gestión Farmacéutica del Gobierno de Cantabria, y David Cantarero, profesor de la Universidad de Cantabria, han ofrecido sus reflexiones sobre la sostenibilidad del sistema en una mesa dedicada al sistema de financiación de medicamentos en el Sistema Nacional de Salud, moderada por José Ángel Hernández, Jefe del servicio de hematología del Hospital Universitario Infanta Leonor.
Ambos expertos han ahondado no tanto en las cifras del informe comparativo europeo, sino en otras cuestiones como la falta de evaluación de resultados, como una de las claves para que en nuestro país no exista esa “visión completa” del acceso y la inversión en España. Cantarero planteaba, sobre los datos de gasto por habitante y año en Alemania (por encima de la cifra española, según apuntaba el moderador), que “habría que saber, y poder comparar, si los resultados en salud son mejores cuanto mayor es la factura, o al menos si es ese el caso de Alemania”, uno de los países mejor posicionados en el informe.
Sobre esa falta de evaluación de resultados en la innovación terapéutica se pronunció también Pérez, para quien la mejora de información a profesionales y pacientes es necesaria y puso de ejemplo el caso de un medicamento que no se había aprobado aún en España y había llegado “a todos los pacientes, un número reducido, que lo necesitaban por la vía de medicamentos en situaciones especiales”.
La especialista explicó al respecto que el acceso a medicamentos a través de esta vía, es un esquema de acceso que hay que mejorar, “para que nunca se dé la circunstancia de que un paciente no reciba el tratamiento que necesita”, pero en su opinión es un instrumento que puede ser de utilidad mientras se tramita o se negocia un precio de reembolso.
A modo de ejemplo, sobre la mesa planeó un ejemplo reciente de hace unas semanas: el retraso en la aprobación de Enhertu y Troldevy para nuevas indicaciones, cáncer metastásico de mama, Pérez destacó que tal como recogió la nota de prensa del Ministerio de Sanidad “la ampliación de indicaciones financiadas llegó tras nuevas ofertas económicas, lo que favorece la sostenibilidad del sistema y en último término, es beneficiosa para todos los ciudadanos”.
La referencia, Alemania
Como sucede con frecuencia, los ponentes citaron el caso de Alemania como ejemplo de agilidad en el acceso. Flora Pérez recordó que en Alemania el acceso es, efectivamente, casi inmediato, pero que al cabo de un año se realiza una evaluación de resultados en salud que puede ocasionar la retirada de un medicamento.
“¿Vosotros conocéis algún medicamento que se haya retirado en España tras una evaluación de los resultados? Porque son muy pocos”, decía. En el momento de la evaluación “hay que ser valientes y retirar aquellos medicamentos que no ofrezcan resultados satisfactorios para el paciente”, añadía.
Por su parte, Cantarero afirmaba que “existe una confusión extendida sobre qué constituye un coste y cuál es el gasto de los tratamientos”. Lo que se paga por una terapia, innovadora o no, es su coste en sentido estricto, mientras que en el concepto de gasto “deben incorporarse variables tales como ahorros derivados de menores complicaciones y otras asociadas a la eficacia de cada tratamiento, ha matizado el experto”.
La Ley de Garantías y Uso Racional, legislación básica en materia de medicamentos, fue también uno de los temas que abordó Pérez, quien destacó que en el articulado de esta normativa no hay “ni una sola línea” dedicada a establecer el procedimiento por el cual se dará información trasparente y fácilmente accesible sobre la financiación a los profesionales sanitarios y otras partes interesadas”.
La mesa se ha celebrado en el marco del VI Curso práctico para el conocimiento y tratamiento de la leucemia linfocítica crónica, organizado por la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia en el Palacio de la Magdalena de Santander los días 3 y 4 de octubre.