Una abogada llegará a la nueva área de Oil & Gas y dos más a la práctica de Derecho Societario, afianzando la firma
DLA Piper Martínez Beltrán acaba de incorporar tres nuevos socios a su equipo, con los que ya suma 20. Como gran novedad está la creación del área de Oil & Gas, cuya nueva socia es Johanna Cajigas Caicedo.
Además, entraron Juan Pablo Amaya y Sergio Londoño González como socios de derecho societario. En entrevista con AL, ellos hablaron de este nombramiento. También habló José Miguel Mendoza, socio del área de derecho societario.
¿Qué significa para ustedes ser designados como nuevos socios?
Johanna Cajigas: Esta designación es para mí un reconocimiento a muchos años de trabajo. Ha sido un camino de mucho esfuerzo y sacrificios en todos los niveles. Desde el punto de vista personal, el significado que tiene para mí esta designación lo asocio con mi familia, con la construcción de los sueños, con la obligación que uno tiene de perseguirlos con amor. Es innegable que estas posiciones son aún mas desafiantes para el mundo de las mujeres en profesiones como estas.
Sergio Londoño: Es un honor y un reto muy estimulante. Honor porque el nombramiento reconoce el trabajo de varios años en la defensa de los intereses de nuestros clientes. También implica el importante reto de seguir trabajando intensamente para fortalecer la posición de liderazgo que tiene la firma en la resolución de conflictos empresariales en Colombia.
¿Porqué DLA apuesta por la creación de un área de Oil&Gas?
JC: La idea de DLA es robustecer el área de Energía y Recursos Naturales, cuya participación actualmente es muy fuerte en los segmentos de energía eléctrica y transición energética. Para nosotros, la apuesta está en sumar a la práctica un área especializada en el sector de hidrocarburos (Crudo, Combustibles Líquidos, GLP y Gas Natural) a nivel de Upstream, Midstream y Downstream, beneficiando a nuestros clientes con un servicio integral en materia de recursos naturales.
Nuestra firma está en la capacidad de ampliar la oferta de servicios dentro de un proceso de transición energética en el que los hidrocarburos convencionales tienen aún un gran peso y donde el gas natural, el hidrógeno y el biogas, jalonan el proceso de transición. Gracias a varios clientes que nos han confiado importantes proyectos en esta materia, somos un área con grandes fortalezas en este campo.
¿Cuáles son las perspectivas de desarrollo de un área de O&G en el contexto actual?
Johanna Cajigas: Las perspectivas son enormes en relación con los servicios legales en el mercado de hidrocarburos. En primer lugar, porque si bien es clara la señal de no suscripción de nuevos contratos de Exploración y Producción, eso no significa que el mercado no siga operando. De hecho, el área de O&G busca proyectarse hacia una oferta de servicios legales interdisciplinaria, a partir de las sinergias con áreas como impuestos, ambiental, fusiones y adquisiciones, financiación de proyectos, infraestructura y energía eléctrica, entre otras.
Y en segundo lugar, porque el impacto que tienen los cambios en la política no solo deben ser analizados desde una esfera puramente regulatoria del mercado sino que deben poder abarcar estructuraciones, análisis y una propuesta a nuestros clientes que sea integral en materia de impactos tributarios, ambientales e incluso de Project finance.
Por ejemplo, en el caso del gas natural bajo la coyuntura actual, hemos visto importantes movimientos que responden a la necesidad de aseguramiento de la oferta de gas que implica desarrollo de infraestructuras de transporte, utilización de infraestructura existente y desarrollo de esquemas de importación.
¿Cuáles son los retos y desafíos para el sector de hidrocarburos en las condiciones actuales del mercado?
Johanna Cajigas: Creo que estamos en un gran momento de reconfiguración del mercado, en particular de gas natural. Tenemos una creciente demanda de este hidrocarburo y el gran desafío está en cómo abastecer esa demanda. Si bien se están ejecutando importantes esfuerzos por desarrollar las fuentes locales y particularmente las fuentes costa afuera, vemos cómo surgen iniciativas de desarrollo de mecanismos de importación que implican grandes inversiones en infraestructura, no solo de importación sino de transporte, asociadas a la conexión de tales infraestructuras.
Es aquí donde creo que el gran diferenciador en la oferta de servicios legales en esta materia pasa de un lado por el conocimiento de una regulación que es altamente compleja, pero además por el conocimiento de las dinámicas propias de los mercados en las que se aplica. Creo que nuestra práctica de Energía y Recursos Naturales cuenta con un gran equipo con experiencia no solo en el sector real donde se mueven los agentes, sino además en el sector público, lo que nos da una experiencia inigualable. Quienes conformamos esta área de practica le debemos nuestra experiencia a los muchos años en los cuales nuestros clientes han sido generosos en confiarnos proyectos de alto impacto para el mercado que han requerido de nuestra parte ser profundos y propositivos en los análisis.
¿Qué representa para DLA la promoción de dos nuevos socios en el área de derecho societario?
José Miguel Mendoza: Cuando abrimos nuestra nueva práctica de conflictos societarios, hace 6 años, algunos lo percibieron como una apuesta de alto riesgo. En poco tiempo, sin embargo, esta área superó nuestras expectativas más optimistas. La promoción de Sergio y Juan Pablo da cuenta de la reciedumbre de nuestra práctica de conflictos societarios y reafirma su vocación de liderazgo en el mercado nacional.
En lo personal, estamos profundamente complacidos de recibir como socios a Johana, Sergio y Juan Pablo, queridísimos amigos y compañeros indispensables desde hace muchos años.
¿Cómo se seguirá destacando DLA en derecho societario?
Juan Pablo Amaya: Para continuar generándoles valor a nuestros clientes, debemos mantenernos como líderes del mercado en derecho societario. Ello implica, primero, fortalecer nuestras capacidades con nuevos productos y servicios de la más alta calidad, diseñados a la medida de las necesidades cada vez más complejas y retadoras de los empresarios.
Segundo, profundizaremos la especialización que ha caracterizado a nuestra área de práctica. En materia societaria, las necesidades de una sociedad de familia son muy diferentes a las de un conglomerado financiero, un emisor de valores, un emprendimiento o una compañía participada por el Estado.
Cada cliente debe tener un segmento especializado de asesoría estructurado en torno a él y en DLA Piper Martínez Beltrán se lo vamos a ofrecer. Tercero, y no menos importante, seguiremos estrechando los lazos cercanos que nos unen con nuestros clientes, para acompañarlos en el cumplimiento de sus objetivos y seguir creciendo con ellos.
¿No hay una sobreoferta de servicios corporativos y societarios en el mercado?
Juan Pablo Amaya: Hay sobreoferta de algunos servicios que están cayendo en la obsolescencia y de otros que deben refinarse para seguir siendo útiles. Hoy, los clientes necesitan servicios legales que estén a la altura de un entorno empresarial cada vez más técnico, exigente y robusto.
Ahí entramos nosotros: con soluciones innovadoras y rápidas a los problemas más complejos de nuestros clientes, apoyo integral en sus necesidades del día a día, y estrategias creativas para prevenir y resolver conflictos societarios eficazmente, hemos venido revolucionando el mercado de servicios legales en derecho societario. Con nuestro selecto grupo de especialistas, seguiremos trabajando con entusiasmo para diseñar y prestar servicios que realmente aporten valor a los clientes y superen sus expectativas.
¿Cuál es la apuesta de DLA Piper con su práctica enfocada en litigios societarios?
Sergio Londoño: Esta es una apuesta audaz de DLA Piper Martínez Beltrán para consolidar la posición que hoy ocupa como firma líder en la resolución de conflictos societarios. Es innegable que atravesamos uno de los periodos de mayor litigiosidad societaria en la historia del país. Solo el año pasado, por ejemplo, se libró una de las disputas empresariales del siglo, sin precedentes, por el control de un emisor colombiano. Ni qué decir de la litigiosidad en materia de conflictos de intereses. En los últimos meses hemos visto un boom de demandas, investigaciones administrativas, juntas contenciosas y asambleas álgidas, cuyo principal foco ha sido la potencial violación este régimen.
Lo cierto es que estos conflictos societarios pueden destruir valor para las empresas y sus accionistas si no se gestionan adecuadamente. Así que, ante este marcado auge de conflictividad empresarial, desde DLA Piper Martínez Beltrán nos hemos propuesto liderar estrategias cada vez más sofisticadas e innovadoras para la efectiva resolución de estas controversias.
¿Y cree que ese auge de conflictividad empresarial se va a mantener?
Sergio Londoño: Sin duda los conflictos societarios van a crecer, no solo en cantidad sino también en complejidad. Lo digo por varias razones. En otros países está demostrado que las batallas jurídicas por el control de sociedades inscritas en bolsa—como la que lideramos desde DLA Piper en representación de la familia Gilinski—pueden desencadenar una oleada de conflictos similares en otras compañías listadas. Varias empresas de familia y sociedades con participación del Estado protagonizarán sus propias disputas: en muchas de ellas se vienen transiciones de mando que suelen detonar conflictos societarios agudos.
Además, la desaceleración económica que algunos pronostican para 2024 podría traer consigo el riesgo (o la oportunidad) de litigios promovidos por acreedores para garantizar que las compañías y sus accionistas respondan por deudas pendientes. También en estos contextos es habitual que se agudicen los conflictos entre fundadores e inversionistas de startups. En resumen, se vienen tiempos agitados en materia de conflictividad societaria en Colombia y DLA Piper Martínez Beltrán va a jugar un papel central en la resolución de esos conflictos.