En 2024, la actividad en el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) está marcada por un dinamismo particular en tres sectores estratégicos: energía, inmobiliario y tecnología. A diferencia de los picos que solían observarse en operaciones de gran magnitud, esta etapa muestra un crecimiento saludable en transacciones de menor envergadura, particularmente interesantes para quienes buscan estructurar holdings familiares o realizar pequeñas fusiones optimizando los recursos disponibles al tiempo que se disminuye la habitual burocracia societaria. Estos sectores, además de ser clave para la economía, se benefician de regulaciones favorables y una creciente demanda de compliance y eficiencia fiscal, volviéndose atractivos tanto para inversores nacionales como para operaciones estratégicas de proximidad.
El sector de energía, especialmente el de las renovables, sigue siendo un pilar en la actividad de M&A. En los últimos meses se han anunciado numerosas operaciones, como la compra del 60% de Ibexia Cox Energy Development por Cox Energy o la venta de una cartera de proyectos solares por parte del promotor de energías renovables OX2 AB a Grupo Greenig. La transición energética y la apuesta por la sostenibilidad están animando a empresas de diferentes tamaños a consolidarse, adquirir nuevos activos y diversificar su portafolio en energía verde. En este contexto, las transacciones de tamaño medio son cada vez más comunes: pequeñas empresas que buscan capital para ampliar sus instalaciones fotovoltaicas, o empresas medianas que optan por integrarse en holdings para administrar más eficientemente sus recursos.
Desde el punto de vista regulatorio, los incentivos fiscales y las ayudas europeas a proyectos de energía sostenible han generado un estímulo especialmente significativo. Las recientes modificaciones en la regulación de energías limpias, que exigen mayor transparencia y cumplimiento de estándares ambientales, están impulsando a empresas medianas a buscar un asesoramiento especializado en compliance y fiscalidad para poder optimizar sus proyectos y mitigar riesgos en sus transacciones.
Después de años de altibajos, el sector inmobiliario ha mostrado en este 2024 signos claros de recuperación, con un auge particular en transacciones que involucran propiedades comerciales y residenciales. Un ejemplo de este tipo de operaciones es la adquisición, el pasado mes de agosto, por AEDAS Homes del 100% de Inmobiliaria Espacio. A diferencia de lo que sucede con las grandes adquisiciones en este sector, que suelen acaparar titulares, este repunte está más vinculado a operaciones de tamaño medio y pequeño, especialmente en mercados locales y secundarios.
Los inversores locales y extranjeros buscan capitalizar la estabilidad del mercado, enfocándose en adquisiciones que les permitan aprovechar activos estratégicos en ubicaciones clave. La regulación del mercado inmobiliario, que se ha ido endureciendo para evitar burbujas especulativas, hace que la planificación fiscal y el cumplimiento regulatorio sean elementos decisivos. La reciente reforma en la fiscalidad de las propiedades y los cambios en las normativas locales sobre uso del suelo pueden impactar significativamente en la rentabilidad de este tipo de operaciones.
Por su parte, el sector tecnológico continúa su crecimiento en España, especialmente en áreas como la de ciberseguridad o la de inteligencia artificial (IA), que este año se han consolidado como motores clave del M&A. Como ejemplo destacado de los últimos meses podemos mencionar la adquisición de Deimos, la filial tecnológica de Elecnor, por parte de Indra anunciada el pasado mes de agosto. Con un entorno digital cada vez más complejo y una creciente —e inevitable— dependencia de la tecnología, empresas de toda clase, especialmente las de tamaño medio, están buscando alianzas estratégicas, adquisiciones y fusiones que les permitan mejorar sus capacidades de protección de datos, inteligencia digital y automatización de procesos de menor valor añadido.
La regulación de IA, que avanza rápidamente en la Unión Europea, y las normativas cada vez más estrictas en ciberseguridad son temas críticos en estas operaciones. Las empresas tecnológicas de menor tamaño encuentran en la estructura de holdings o en la integración de startups especializadas, como decíamos, una vía para mitigar los riesgos regulatorios y adaptarse rápidamente a un entorno que demanda un cumplimiento normativo riguroso.
Además, el marco fiscal en tecnología permite diversas deducciones y créditos fiscales, como los destinados a innovación y desarrollo (I+D), que pueden maximizar la rentabilidad de las operaciones de M&A en este sector. A medida que se implementan regulaciones de IA, las empresas buscan asesoramiento para estructurar operaciones de adquisición y evaluar el impacto fiscal, evitando sanciones y aprovechando las deducciones disponibles en I+D (régimen especial de neutralidad fiscal, patent box…).
Así pues, los sectores de energía, inmobiliario y tecnología representan, sin duda, oportunidades estratégicas en el mercado de M&A para quienes busquen posicionarse en áreas de crecimiento sostenido, con un enfoque en el cumplimiento regulatorio y la eficiencia fiscal como elementos clave para el éxito. En este entorno cambiante, si las empresas quieren seguir siendo competitivas, deben apostar por modernizar —si acaso sirve la palabra— sus estructuras societarias.