El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, está de acuerdo con eliminar la necesidad de recortar el cupón precinto de los envases como comprobante de dispensación de medicamentos en la facturación de recetas. No obstante, no considera positivo que esta medida se adopte de forma individual por las distintas comunidades autónomas y, menos aún, que no se implemente de acuerdo con la normativa vigente.
Por este motivo, Aguilar ha remitido un escrito al director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, César Hernández, con el objetivo de instarle a habilitar el procedimiento de facturación de recetas a través de los identificadores únicos de envases del Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), de manera que se ejecute de forma homogénea y simultánea en toda España.
Aguilar ha explicado a este periódico que el Real Decreto 1345/2007, que regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente, modificado por un RealDecreto en 2019, establece en su disposición adicional quinta que “el cupón precinto coexistirá con el identificador único hasta la total implantación del Sistema Español de Verificación de Medicamentos el 9 de febrero de 2024 para los medicamentos dispensados en las oficinas de farmacia con cargo al Sistema Nacional de Salud. Posteriormente, podrá mantenerse el cupón precinto hasta que se establezca por orden ministerial su supresión”. Además, el apartado 2 de esta disposición señala que “de conformidad con el apartado 2 de la disposición adicional segunda del Real Decreto 1718/2010, de 17 de diciembre, la persona titular del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social determinará mediante la citada orden qué información del cupón precinto de dichas presentaciones se incorporará en el embalaje exterior del medicamento, así como el nuevo procedimiento de verificación de la factura que se realizará a partir de la información proporcionada por el Nodo SNSFarma”.
La disposición adicional segunda del Real Decreto 1718/2010, de 17 de diciembre, sobre receta médica y órdenes de dispensación, indica que el Ministerio de Sanidad “para la adecuada coordinación en el Sistema Nacional de Salud actualizará (…) las características del cupón precinto o procedimiento telemático asimilado y los supuestos de su utilización como comprobante de la dispensación de las recetas médicas del Sistema Nacional de Salud”.
De este modo, y según la interpretación de Aguilar, queda claro que los procedimientos de verificación de factura alternativos al cupón precinto deben establecerse a través de una orden ministerial y los datos serán obtenidos a partir de Nodo SNSFarma, aún en desarrollo para la facturación. Pese a ello, desde la Comunidad Valenciana se habría logrado la justificación jurídica necesaria para avalar la puesta en marcha unilateral de la medida, tal como explicó su directora general de Farmacia, Elena Gras, a Diariofarma.
Aguilar insiste en que “nadie” quiere más que él acabar con la necesidad de recortar los cupones precinto, pero considera que debe hacerse de forma homogénea en todo el territorio nacional y cumpliendo con la normativa y el reparto de competencias. Además, señala que en otras comunidades autónomas se está intentando avanzar en la misma línea, aunque el proceso estaría siendo frenado por los colegios de farmacéuticos.
Respecto a la iniciativa de la Comunidad Valenciana, Aguilar creía que se trataba de un proyecto piloto a desarrollar en Castellón, pero ahora se ha encontrado con que dicho piloto ha pasado a ser la aplicación ordinaria y próximamente se extenderá a Valencia y Alicante. Al respecto, echa en falta la existencia de una instrucción u orden que detalle el proceso de facturación y garantice a los farmacéuticos, ya que el sistema aún no está recogido ni siquiera en el convenio de prestación farmacéutica.
Por otro lado, el presidente del CGCOF recuerda que, desde hace años, se podría haber realizado la facturación de las oficinas de farmacia mediante la receta electrónica, pero los interventores de las comunidades autónomas no lo veían tan sencillo.